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— Creímos que sería divertido... creíamos que sería seguro, pero... no teníamos idea del grave... error que nos esperaba en la isla. Garras... dientes... gritos... muchos gritos...

— ¿Cuántos gritos fueron? –preguntó temeroso Ben, acercándose aún más a Kenji.

— ¡Silencio! ¡Ya viene la parte buena! –Kenji le cesó, para que Darius siguiera con su historia.

— La T-Rex acechaba de cerca. El hocico completamente abierto... –su historia y motivación fueron interrumpidos por un flash.

— Para el vlog. –declaró Brooklyn, sosteniendo aún su celular.– Tu sigue com tu historia.

— La T-Rex... –otra interrupción.

— ¡Demonios! Me quedé sin espacio. Perdón, espera. –Brooklyn se entretuvo en su celular y le mostró a Sammy una foto de cuando ella fue al Everest.

— ¿Y si mejor le quito el celular? –sugirió Nick, quien estaba abrazando sus rodillas, mostrando una cara de impaciencia. Ante ese comentario, Brooklyn logró escucharlo, y le volteó a ver, disgustada por lo que dijo; la morena solo se encogió de brazos, sonriendo descaradamente.

— Mejor empezaré de nuevo... –dijo Darius.

— ¡No! Es más, ya no sigas –Ben se acercó aún más a Kenji, y sostenía su brazo sin una sola indicación de que pronto lo soltaría.

— Oye, tranquilo. Ni siquiera está contando la historia. ¿¡Y cómo puede agarrar tan fuerte?! –Kenji se exaltó y trató de alejar un poco, pero fue imposible, pues el chico al lado de él aún lo mantenía en su agarre.

— La T-Rex se detuvo...

— ¿No creen que hay que decirle a Yazmina que venga? Creo que le encantaría tu historia. –ahora la que hizo la interrupción fue Sam, mirando a la chica que estaba detrás de ellos, dándoles la espalda.

Mientras que Darius, se echó a la banca, recostandose en ella rendido.

— Tal vez solo quiere su espacio... –Alex volteó a ver a la chica de coleta.

— No entiendo.

— Es como cuando a veces las personas quieren que les den ESPACIO –Kenji recalcó la palabra espacio, mientras miraba a Ben, quien desvío la mirada a todos lados, asustado.

— ... ¡Kenji, que gracioso eres! Yo digo que es tímida y no sabe hacer amigos.

Sammy había dicho. Todo lo que iba a decirle a los demás, fue interrumpido por un estruendoso rayo. Tan solo desapareció el gran brillo del cielo del rayo, y empezó un gran aguacero.

— ¡Creo que es buen momento para entrar! –Sammy sugirió, cubriéndose lo que fuese posible con sus brazos.

—¡No me lo tienes que decir!

Ben gritó, quien ya se estaba regresando a la calidez del interior del edificio. Este, fue seguido por Alexia quien lo alcanzó en el momento que dio vuelta la escalera.
Los demás los siguieron, urgidos de llegar lo antes posible, y cada uno exclamaba algo. Kenji exclamó de su pelo, Brooklyn de su celular, Sammy del mal clima y Nick de su ropa. Y otra cosa exclamó Brooklyn: "¡Que pérdida de tiempo!"
Darius se quejó, enfadado por las notorias y variadas interrupciones. Se colocó la capucha de mala manera y se dirigió a paso lento al interior, como todos los demás.

Al entrar, todos estaban hablando sobre variedades de cosas: la historia, el clima, la hora, un tema del que hablar etcétera. Kenji, Brooklyn, Ben y Darius se dirigieron a un futbulito que había ahí y ellos se empezaron a dar rondas entre si: dos contra dos.