𝗖𝗵𝗶𝗰𝗼 𝗿𝗮𝗿𝗼 | 𝗕𝘂𝘀𝘁𝗮𝗻𝗴

𝟮

Buster Pov

Estaba descansando para retomar la revancha en el partido que propuso Buzz.

Me hidrataba con desesperación, era agotador hacer rebotar la pelota mientras que otros chicos mas fuertes que tu te la intentaban de arrebatar.

Tomaba de mi botella, hasta que un grito resonó y al parecer, era de mi nueva "amiga" Janet, proponiendo que el tal Fang entrará a nuestro partido.

Mire atraves de mis lentes con asombro, pues, desde primer lugar se me hacía tan raro que el dichoso Fang no quisiera participar en la actividad, algo extraño debido a que según la gente cercana a él, suele decir que Fang es el mejor en deportes.

Observé desde lejos como el asiático se bajaba con molestia disfrazada de amabilidad, algo que era tan notable, pero los ojos distraídos de la gente no prestaban atención a dicho comportamiento.

Todos regresamos a nuestros lugares, y era evidente que Fang sería mi contrincante, él sería fácil de destrozar, su cuerpo delgado y pequeño no podía pasar de desapercibido en este partido.

Me preparé, esperando el sonido del silbato para empezar a jugar basket.

El partido empezó, todos jugaban con una intensidad, que parecía que desquitaban su ira, podría tomar de ejemplo a Bull, el cual jugaba como un desquiciado, pero eso si, era agradable que una bestia como el estuviera en mi equipo.

Y wow, ahora era mi turno de tomar el balón y tratar de encestar y ganar, un trabajo muy fácil para mi.

Esquive a los demás, pareciendo algo épico para los demás, pues, mi mente poco centrada escuchaba los aullidos de las demás personas, y de esas personas, dos resaltaban.

Mi mejor amiga, Maisie, gritaba con emoción, pareciendo una chica loca, pero para mi era la cosa mas adorable del mundo, a ella no le importaba la mirada juzgadora de la gente, algo que amaba y siempre amaré de ella.

Y por otro lado, una voz que si bien, conocía, no era de mis preferidas. Janet echó porras, pero en voz baja para evitar las burlas de sus amigas, es decir, si me importa que se burlen de ella, pero era diferente, ella no era tanto un vínculo profundo como Maisie.

Seguíamos jugando, hasta que me tope con el popular Fang, el cual tenia un rostro un poco irritado, pero aún asi, siguió jugando, encestando por tiempos, algo admirable porque era bajito, eso si, nadie podía quitarle credito a sus músculos pronunciados y buen cuerpo, es decir...

Sonreí desafiante, rebotando la pelota y proponiendo un reto que el asiático no podría hacer, al parecer, el chinito tomó un poco mal el desafío.

Lo esquive, corriendo para poder encestar, y asi fue, una vez más Buster salvó el día.

Después de un "largo" partido que duro tan solo 20 minutos, todos nos dirigimos a descansar y a tomar agua, la clase estaba por terminar.

Me acerque hacia mi amiga, Maisie, tomando agua y con una sonrisa encantadora.

-Wow, amigo, eres genial con la pelota-Hablo impresionada mi amiga, subestimando mis habilidades, pero claro, sabía que ella solo bromeaba.

-¿Acaso me subestimas?-Pregunté con sarcasmo, sacando a la luz mi característica forma de desafiar a los demás.

Los dos sonreímos, mientras Maisie afirmaba con la cabeza, siendo más molesta de lo que ya era, es decir, siendo más graciosa de lo que ya era.

Aveces pensaba que mi amiga podía leer la mente, pues con solo lo que acaba de pensar, ella me fulminó con la mirada, o no lo se, tal vez mi rostro era muy obvio.

La clase terminó y me fui junto con Maisie al salón, recorriendo la grande escuela y sus ampleos pasillos, tan ampleos que incomodaba.

Una vez en el salón, la morena Maisie se acercó mucho más, parecía que quería susurrar algo-Veo qué venciste a Fang, pero, vi que Janet te estaba echando porras-Mencionó curiosa Maisie, arqueando la ceja y mirándome mucho más, como si quisiera que le contará la verdad.

-De acuerdo, si me sigo hablando con ella, no puedo evitarlo-Confesé apenado, torcí mis labios y oculté mucho más mi rostro con ayuda de mis lentes.

Maisie suspiró frustrada, recargandose contra la silla y poniendo sus brazos como soporte de su nuca, eso solo significaba que me esparaba una biblia en todos los idiomas posibles.

Puse mis manos sobre mi rostro, apoyando mis codos sobre la mesa, esperando el veneno verbal-No deberías ilusionar a Janet, sabés como es esa acróbata loca, después de todo, es amiga de los idiotas de Fang, Emz y Jacky, no podría esperarte más-Habló calmada Maisie, algo que me sorprendió, dejando de tapar mi rostro para verla fijamente.

Ella tenía razón, no me podía meter con ella, por el tipo de persona que ella es, pero no era solo por eso...

Suspiré, acariciando mi cabello-No la puedes seguir ilusionando, Bustie, cuando ella se enteré que eres gay, se lo dirá a toda la escuela y no quiero eso-Maisie dijo lo último en un susurro y con un rostro preocupado, acariciando mi cabello como yo lo hacía y llamándome por eso mítico apodo.

Bustie se podría decir que era como "bestie", algo que era muy significativo en nuestra amistad, los dos somos mejores amigos.

Reí, prometiendo con mi propia sonrisa que no la ilusionaria más.

Una promesa falsa, ella sabía demasiado de Fang al ser su amiga y ex, no encontraba otra forma para acercarme a dicho chinito que con suerte, podría llegar a ser mi novio algún día.

Salí de mis pensamientos cuando la profesora Belle llegó al salón, sorprendiendo a todos por las ropas extravagantes que ella solía llevar, y más con su cabello totalmente blanco, un blanco similar a la nieve.

Solo que ella no era extravagante en el sentido de elegante, su extravagancia era inexplicable.

La profesora empezó con su gran forma de dar la clase, una clase en la que era divertida, pero mi mente estaba pensando en otra cosa.

Desde hace tiempo me llamaba la atención Fang, pero pensaba que sería lo suficientemente maricón declararmele como en las series LGTBQ+, algo que no iba conmigo.

Siempre me ponía a pensar que yo, Buster, soy lo suficientemente varonil para declararmele a alguien que por defecto, es mucho más pequeño que yo en estatura, sería vergonzoso rogarle a un enano un tanto narcisista. Aparte de que, me dejaría en vergüenza, y también era algo tímido para hacerlo, no me atrevía.

Sonrei viendo la ventana, mi asiento estaba cerca de la ventana y desde ahí podía observar la brisa de la lluvia, algo agradable, y también me hacía entender porque las canchas estaban dentro de la escuela.

Maisie me dice que le hable, pues después de todo, mi apariencia no es tan mala, solo soy robusto, o eso dice ella.

No se si alguien raro como yo le podría gustar a ese chinito tan exigente.

¡Holaaa!, espero que les guste :D.