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El joven Fang hizo su rutina de todos los días, la cual era una de seguimiento estricto para ser perfecto, pues, ¿quién era el cuando su cara no lucía bonita?
El asiático preparó su mochila y sin ingerir algo, fue directo a la escuela, dando el paso mareado, oyendo zumbidos leves, pareciendo estar en las estrellas.
Los pasos de aquel chico eran distraídos, siendo este el resultado de no desayunar, lo que no sabía el pobre chico es que esto empañaba su cuerpo soñado.
Un rostro cansado recibió a muchas personas en la entrada de la escuela, viendo pasar a gente desconocida pero desagradable para ese rostro desfigurado que solo el podía ver.
Como es obvio, Fang no estaba de humor, pero aún así, saludo a su amiga Shelly, la cual estaba con Colt, hablando sobre el amor que ambos se tenían.
—¡Oh, hola amigo!—Saludó Colt de vuelta, con una sonrisa tan falsa como su amor hacia Shelly, el peliazul no podía soportarlo.
—Pff, que te joda Bull, amigo—Murmuró, rechistando la palabra "amigo", alejándose y viendo mal a el pelirrojo, pareciendo obvio lo que le quería comunicar a Shelly, pero al parecer, ella no tenía ojos.
Fang caminó molesto, apretando sus puños y dándose cuenta que todos aquí parecían ser tontos, nadie era capaz de razonar por su cuenta, ¿cómo era eso posible?
El asiático sigo caminando, poniendo sus orbes a la superficie plana, sin darse cuenta que una persona de gran tamaño se podría en su camino.
Buster solo caminaba apresurado, se había olvidado de entregar los proyectores, no quería generar mas problemas, pero al parecer el destino lo hizo mas torpe de lo normal.
El pelinaranja no tenía la vista al frente, el estaba notificándole a su amiga, Maisie, lo que haría—Mai, ¡ahorita regreso!—Avisó, pero el rostro de un asiático tropezó contra su pecho, interrumpiendo su llamado.
Sin ninguna mala intención, el de lentes agarro brusco a Fang, tratando ayudar, pero en su naturaleza estaba ser torpe, algo que el chinito no parecía entender.
—¡Uhg!, ¿te gusta arruinarme la vida, verdad?—Preguntó enfurecido Fang, tallando su frente.
Buster miro preocupado, esto no era parte del plan—N-no, dejame ayudart—Buster fue interrumpido de nuevo, cruelmente—Uhg, solo déjame en paz—Bufó Fang, yéndose rápido del lugar.
Buster se rascó la cabeza, observando hacía la dirección que se dirigía Fang, sin importarle los susurros de las demas personas.
Una mano se hizo presente en el hombro del mas alto, y no podía ser otra persona que no fuese Maisie. La morena puso su mano en un acto de consuelo—Vaya, amigo. Ese chico es realmente difícil, tal vez un poco de Buster no le haría mal a Fang—Animó la chica, dando pequeños codazos mientras sonreía nerviosa.
