𐙚 :: ❛❛ Park Sunghoon es un
abogado, y Jake un convicto. ❜❜
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ʚ ɞ ; m-premg ¡!
ʚ ɞ ; mención de temas legales.
ʚ ɞ ; esta historia tiene temas sensibles.
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Habían pasado dos semanas, durante las cuales Sunghoon había logrado conseguir más pruebas a favor de Jaeyun. Hoy sería la fecha de la primera audiencia. Sunghoon caminaba por los pasillos del bufete, el sonido de sus zapatos resonaba en el piso mientras avanzaba. Llegó a su oficina, se sentó y comenzó a trabajar.
De repente, la puerta de su oficina se abrió, revelando a uno de los abogados del bufete acompañado por otro.
─ Dime, chicos ─ habló el abogado de cabello plateado, mirando a los dos chicos. ─ ¿Sucede algo?
─ Queríamos que nos ayudes en algo ─ preguntó uno de los chicos, con la mirada baja y casi sollozando.
─ Ey, ¿qué sucede? ─ Sunghoon se levantó al notar los leves sollozos de su amigo y se acercó.
─ Yuma está embarazado ─ habló seriamente el otro chico ─. Y el infeliz del padre del cachorro no quiere hacerse cargo. Lo demandaremos.
Sunghoon quedó boquiabierto. ¿Yuma embarazado? El pequeño de cabello blanco sollozaba con la mirada aún baja. Sunghoon sintió lástima por él, pero no podía ayudarlos, no ahora que estaba ocupado con un caso mucho más difícil.
─ Lo siento, no podré ayudarte ─ respondió el chico con tristeza ─. Mejor ve con un abogado de derecho familiar.
El de cabello negro asintió y tomó la mano del otro chico, llevándoselo consigo. Sunghoon se quedó procesando la situación, dejando de lado lo malo. Era algo muy bonito que Yuma tuviera un pequeño en su vientre. Volvió a su puesto y siguió trabajando. Pronto sería la audiencia y necesitaba prepararse para ella. El día de la audiencia finalmente llegó. Sunghoon se levantó temprano, sintiendo una mezcla de nerviosismo y determinación. Se preparó meticulosamente, revisando una vez más todos los documentos y pruebas relacionadas con el caso de Jaeyun.
Después de un rápido desayuno, se dirigió al tribunal, donde se encontraría con Jaeyun y haría todo lo posible para defenderlo con todas sus fuerzas. Al llegar al tribunal, Sunghoon se reunió con Jaeyun y su equipo legal. Intercambiaron algunas palabras de ánimo y se prepararon para entrar a la sala del tribunal.
─ Hoy es la primera audiencia, por favor mantén la calma y confía en mí, por favor ─ habló Sunghoon mientras tenía a Jaeyun frente a él, minutos antes de empezar.
─ Lo entiendo, seré paciente, Abogado Park, y no pediré mucho porque sé que tal vez soy culpable ─ suspiró Jaeyun, quizás aceptando su destino.
Sunghoon se sintió mal, se acercó a él y lo abrazó por los hombros, apoyando su cabeza en el hombro del mayor, escondiendo un leve puchero.Jaeyun se quedó helado, suspiró fuerte y se dejó llevar, abrazando al menor por la cintura y permitiéndose confiar por última vez en su abogado. La sala del tribunal estaba llena de tensión mientras la audiencia comenzaba. Sunghoon se levantó con determinación, listo para defender a Jaeyun en contra de las acusaciones de robo estatal y posesión de sustancias ilícitas.
─ De pie todos ─ habló la secretaria ─. Hoy, 01 de mayo, en Seúl se realizará la primera audiencia en el caso de robo estatal y posesión de sustancias.
Todos en la sala se pusieron de pie en señal de respeto al juez, quien llegaba y tomaba asiento.
─ Cada persona presente en este recinto jura decir la verdad ─ continuó la secretaria ─. Bien, recuerden que decir una mentira ante la ley puede resultar en hasta 5 años de cárcel. Dicho las reglas, inicia la primera audiencia del señor Shim Jaeyun.
El abogado contrario, un hombre de aspecto severo, se puso de pie frente al juez. ─ Su señoría, el acusado ha sido encontrado en posesión de una gran cantidad de sustancias ilegales y, además, se le ha vinculado con el robo de propiedades estatales ─ declaró con voz firme.
Sunghoon se puso de pie en respuesta. ─ Su señoría, mi cliente es inocente de estas acusaciones infundadas. No hay pruebas concretas que lo incriminen, ─ argumentó con determinación.
El abogado contrario frunció el ceño. ─ ¿No hay pruebas, dice usted? Tenemos testimonios de testigos presenciales que lo vieron en el lugar del robo, así como pruebas de laboratorio que confirman la presencia de sustancias ilegales en su posesión, ─ contraatacó.
Sunghoon no se dejó intimidar. ─ Esas pruebas son circunstanciales y están sujetas a interpretación. Mi cliente tiene un sólido historial y no hay motivo para creer que estaría involucrado en tales actividades ilegales, ─ respondió con firmeza.
El juez escuchaba atentamente ambos argumentos, evaluando la evidencia presentada por ambas partes. Después de horas de testimonios y argumentos, finalmente llegó el momento crucial: el veredicto.
El juez tomó la palabra. ─ Después de revisar todas las pruebas presentadas, este tribunal ha llegado a la conclusión de que no hay pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad del acusado. Por lo tanto, se declara a Jaeyun inocente como culpable de todos los cargos.
El abogado contrario frunció el ceño y con evidente molestia se levantó de su asiento. ─ Señor Juez, ¿cómo puede dejar en libertad a este criminal? Por favor, las pruebas son más que suficientes para decidir que este señor merece estar tras las rejas.
─ Lo siento, abogado Lee, pero no hay pruebas suficientes ─ respondió el juez con firmeza ─. Esta audiencia ha concluido. Declaro al señor Jaeyun tanto culpable como inocente. El 5 de mayo, en este mismo lugar, se llevará a cabo la segunda audiencia donde se determinará quiénes están involucrados.
Sunghoon y Jaeyun compartieron una mirada de alivio y gratitud mientras el abogado contrario asentía con resignación. Sunghoon estaba cumpliendo su promesa de defender a su cliente con todas sus fuerzas.
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