━━𝗔𝗯𝗼𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗣𝗮𝗿𝗸 ♡ 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻 ݈݇-

❛ number nine ❜

Habían pasado los días, días en los que Sunghoon se esforzaba por encontrar mejores pruebas para poder ganar la siguiente audiencia. En esta ocasión, Jaeyun prometía proporcionar información sobre los demás miembros de la banda, lo que sería crucial para su defensa. El policía abrió la puerta del cuarto y dejó entrar a Sunghoon, quien agradeció y tomó asiento en la silla, sacando su computadora y preparándose para la reunión con Jaeyun. Poco después, la puerta se abrió nuevamente, revelando al detenido con una pequeña sonrisa en el rostro. Entró y se sentó frente a Sunghoon, quien correspondió con una sonrisa propia. Tal vez Mina tenía razón, ¿estaba Sunghoon cayendo ante los encantos de Jaeyun?

─ Hola, ¿cómo estás? ─ habló el abogado con una sonrisa.

─ Bien, ayer mi madre y Sunoo vinieron a verme ─ respondió Jaeyun con la misma sonrisa.

─ Bien, entonces empecemos con el caso ─ Sunghoon sacó una libreta ─. ¿Tienes información sobre los demás miembros de la banda?

─ Sí, Hyunjin y Changbin son hermanastros. Su padre murió debido a deudas con la mafia. Daniel era el hijo del jefe. Todos consumen ─respondió Jaeyun, proporcionando la información que podría ser vital para la estrategia legal de Sunghoon.

─ ¿Tienes más información sobre ellos? ─ preguntó Sunghoon, ansioso por obtener cualquier detalle adicional que pudiera fortalecer la defensa de Jaeyun.

Jaeyun frunció el ceño, pensativo por un momento, antes de continuar.

─ Hyunjin solía trabajar en un taller mecánico antes de unirse a la banda. Changbin tenía problemas con las drogas desde hacía años, pero parecía haberse recuperado antes de involucrarse en esto. Y Daniel... ─ hizo una pausa, como si deliberara si revelar algo más ─ Daniel tenía una relación complicada con su padre, había mucho resentimiento y luchas de poder entre ellos.

Sunghoon tomó nota de cada detalle mientras Jaeyun hablaba. Cada pieza de información podía ser crucial para el caso de su cliente. Sunghoon miró a Jaeyun con determinación, sintiendo que se acercaba a algo importante.

─ ¿Y qué sabes sobre Jong-il, el líder de toda esta operación? ─ preguntó Sunghoon, su voz firme y decidida.

Jaeyun frunció el ceño, como si estuviera pensando cuidadosamente en sus palabras antes de responder.

─ Jong-il es astuto, eso es seguro. Siempre ha sido muy reservado con respecto a sus actividades y sus planes. Pero sé que tiene conexiones en los círculos más altos y que es capaz de manipular a quienes lo rodean para conseguir lo que quiere. Es un hombre peligroso, Sunghoon, y no subestimaría su capacidad para protegerse a sí mismo y a su organización.

Sunghoon asintió, tomando nota mental de cada palabra de Jaeyun. Sabía que investigar a Jong-il sería una tarea difícil y peligrosa, pero también sabía que era crucial para el caso de su cliente.

─ Gracias, Jaeyun. Tu cooperación significa mucho para nosotros. Vamos a trabajar juntos para encontrar la verdad y asegurarnos de que se haga justicia ─ dijo Sunghoon, con determinación en su voz.

Jaeyun asintió solemnemente, reconociendo la importancia de su colaboración en el caso. Ambos sabían que estaban en una lucha difícil, pero estaban dispuestos a hacer todo lo posible para defender sus derechos y revelar la verdad detrás de toda la operación criminal.

─ Eso es todo ─ respondió Sunghoon mientras guardaba sus cosas ─. La próxima audiencia será en un mes.

─ Bien, espero que todo salga bien ─ respondió Jaeyun, mirando a su cliente con determinación ─. Confío en ti, Sunghoon.

Sunghoon asintió con una sonrisa agradecida, reconociendo la confianza que el azabache había depositado en él a lo largo de todo el proceso legal. Ambos sabían que el camino por delante no sería fácil, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos, con la esperanza de alcanzar un resultado favorable en la próxima audiencia. Quizás, en lo más profundo de sus corazones, ambos sentían algo más que una simple relación entre abogado y preso. Habían compartido experiencias, confidencias y desafíos juntos, creando un lazo único que iba más allá de las circunstancias que los habían reunido. Para Sunghoon, Jaeyun no era solo otro cliente; era alguien a quien quería proteger y ayudar a encontrar la redención. Y para Jaeyun, Sunghoon representaba más que un abogado; era alguien en quien podía confiar, alguien que lo había apoyado incluso en los momentos más oscuros de su vida.

A medida que avanzaban juntos hacia la próxima audiencia, ambos se daban cuenta de que su conexión trascendía las etiquetas y los roles predefinidos. Era una relación basada en la confianza, el respeto y la mutua determinación de buscar la justicia y la verdad. Quizás, en el transcurso de su lucha legal, descubrirían que lo que compartían era algo mucho más profundo y significativo: un lazo humano que no podía ser definido por las barreras de la prisión o las formalidades legales. Era una conexión que había surgido en medio de la adversidad y que, en última instancia, los había unido en un propósito común: la búsqueda de la libertad y la redención.