Capítulo 3

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Era el viernes que habíamos acordado.Llegando al lugar estaba echa un manojo de nervios, no sabía porque me sentía así, es solo un conocido pensé o quizás un amigo pero tengo que controlarme.Tome aire y lo encontré con la mirada perdida pensando en algo parecía sumamente profundo, aclare mi garganta para anunciar que estaba allí, como ya conocía que era latina solo surgió un abrazo inesperado, lo que para mí fue muy familiar, muy agradable; pasamos a la mesa y cada vez que hablaba de con él más y más me agradaba, me contaba de su país de origen, de lo mucho que extrañaba Pula y Zagreb, lo hermosas que eran las playas en Croacia y de cómo le gustaba simplemente caminar y ver a la gente y divagar en sus pensamientos. En mi interior cada vez iba quedando la idea que era el tipo de hombre que me gustaba. En ese momento llego una chica de aspecto oriental que lo saludo, él respondió en saludo: Hola Yoko, que bueno que pases por aquí, ella con tono poco efusivo le dijo: ¿Y quién es la que te acompaña?, el solo sonrió y le dijo: una amiga,¿ por? –Nada, nada; finalizo ella, - te espero en el siguiente ensayo. Stjepan finalizo: - Por supuesto no lo perdería. Pregunte con un celo interior que no me explico de donde nació: Ammm... y ella ¿Por qué se dirigió así hacia ti?. Él me respondió: -Ni yo me explico las reacciones de Yoko, es como extraña, ni modos, ¿en qué íbamos?. Cambie de tema para que no se notara mis celos absurdos.Terminada la charla me llevo a mi casa, con otra sorpresa más estaba mi hermano en frente de la puerta, mi cara de asombro y de angustia se vieron reflejada de inmediato.

ViolonchelistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora