CAPITULO TRES

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Capitulo tres

Narra Coraline

Desde la plática en el desayuno me sentía muy intranquila, tal vez no debí decirle todas esas cosas, y si ya no me ayuda, tal vez piensa que soy una malagradecida, pero no, yo lo veía muy atractivo eso fue lo que quise decir no que me había enamorado de él, se me hace muy lindo, pero él no debía ser tan cruel diciéndome esas cosas.

Pensé en eso todo el día, después más tarde que mis pensamientos me dejaron, me puse a escuchar música en la tele, empecé a escuchar música una vez que ellos me llevaron a una reunión que tenían, en el camino estaba un sonando una canción que de inmediato me encanto, quise saber más de esa canción y quien la cantaba, así que otra vez que salimos y pusieron el mismo disco en el estéreo es la portada del disco venia el nombre, supe leer y escribir porque fue lo único que me enseñaron y desde ahí me encanta nirvana.

Estoy escuchando in Bloom, pero cuando viene la parte más fuerte me paro a bailar y fingir que estoy en un concierto, de repente me siento libre.

- He's the one Who likes all our pretty songs And he likes to sing along And he likes to shoot his gun But he knows not what it means Knows not what it means And I say he's the one...

No me di cuenta a qué hora llego él, pero en cuanto me volteo fingiendo que toco la guitarra lo veo parado en la entrada de la sala viéndome y aguantando la risa, me detengo abruptamente, después de unos segundos reacciono buscando el controlo y apago la tele.

-No por favor, por mí no te detengas estaba recibiendo un buen show.

-No te voy a dar el espectáculo gratis –le dije toda seria.

Antes de que me diera la vuelta para que pudiera irme de ahí me toma de la mano.

-Tenemos que arreglar las cosas –dice con tono serio.

- ¿Qué cosas?, nosotros no tenemos que arreglar nada –digo algo osca.

-Si tenemos, primero no me gusta la forma en la que me ignoras.

-Entonces también ignórame –digo como si fuera obvio.

-No puedo –suena algo cansado -porque me mata la idea de ya no hablarte ni verte, y sé que dirás en tu mente y este loco qué, pero en serio no puedes ignorarme.

- ¿Por qué no?, si puedo, te trato de la forma en la que no me confunda, tú mismo lo dijiste, no puedo sentir algo por ti y no puedo encariñarme contigo porque al final te iras y me dejaras a mi suerte.

- ¿Qué?, no, claro que no –niega varias veces

-Si yo sé, que me vas a ayudar y que después que cumplas me dejaras sola –comienzo a sentir ese nudo en la garganta, de esos que te duele como si te estrangularan, ese nudo que me impide respirar.

-No, te equivocas yo no te haría eso, ven aquí –me jala del brazo para intentar abrazarme, pero eso complica las cosas, así que intento alejarme para no romperme.

El empieza a jalarme hacia él, pero no quiero que me vea llorar, eso me rompería.

Siento que me asfixian, no respiro –pánico –no puede ser, no otra vez –angustia- me voy a morir –paranoia –y él...

-Por favor no me dejes te lo suplico –me arrodillo para suplicarle, porque en serio no quiero que me deje.

-No que haces, párate de ahí –no me muevo del suelo, no me quiero mover, tal vez si suplico más él o me dejara.

-Por favor no me dejes – susurro, casi no puedo respirar, me está faltando el aire, se lo que me está pasando, me ha pasado antes, no sé cómo se llama, pero después me canso mucho, me parece que me está pasando ahora.

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