CAPITULO QUINCE

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Capitulo quince

Narra Christopher

Recibí la peor llamada en la madrugada, llegué cansado del trabajo, no me sentía muy a gusto con la idea de que il mio cuore fuera a la fiesta, pero no quiero que se reprima en nada, quiero liberarle, quiero enseñarle todo lo que se le ha estado privando.

Pero en el fondo sabía que era mala idea, pero eso no quiere decir que no me sorprenda cuando ella me llama.

-Cora ¿estás bien? –digo tratando de despertarme para oírla.

-Ayúdame –dice agitada, y ahí es donde me preocupo, se oyen sus respiraciones entrecortadas

-Coraline ¿Qué tienes? –de fondo se escucha la voz de un hombre.

-Ayúdame –vuelve a decir más bajo.

-Coraline abre la puerta –grita la misma persona de fondo.

¿En dónde carajo está?

- ¿Quién está contigo? –pregunto, pero ya no se oye nada, solo le digo -Voy para allá, no te preocupes estoy ahí en menos de diez minutos, solo trata de calmarte.

Se oyen azotes y me desespero, me cambio rápido y agarró las llaves del coche para ir a donde está, pero decido que es mejor llevar mi moto, llegare más rápido así, como pude quedarme dormido.

Me encamino a la moto corriendo, solo agarro un casco y de lo rápido que me subo a la moto no me lo pongo, sino que en todo el camino lo tengo en mi brazo, le había llamado a Emily en la tarde para saber a dónde iban, el lugar no estaba lejos de casa por eso llego rápido, conduje lo más rápido que pude y la calle está despejada así que me salto los semáforos.

Cuando entro localizo a Emily y le cuestiono.

- ¿Dónde está Coraline? –digo agarrándole de los hombros, se ve que está tomada, pero sé que esta consiente.

-La vi entrar al baño –dice sin saber qué pasa.

-Quédate aquí, después hablamos –me encamino al baño a paso rápido, cuando llego la puerta está completamente abierta, cuando entro me encuentro con la imagen de ella sentada en el piso con las manos agarrándose el cabello casi tirando de él, está siendo abrazada por un chico, la sangre me hierve y siento que el estómago se me revuelve.

Entonces ella levanta la vista y se suelta del abrazo, por un lado, festejo, pero después ella gatea rápido a mí, yo me quedo sin poder hacer nada.

-Ayúdame –se abraza de mis piernas, su agarre es fuerte porque me hace tambalear, pero ella no se da cuenta de eso, cierra los ojos muy fuertes.

Logro agacharme y la rodeo con mis brazos, siento que creo una barrea, que, en mis brazos, siento que yo puedo protegerla de todo y de todos, y en mis brazos se calma, tomo su cara entre mis manos y coloco besos en sus ojos mojados.

-Lo vi –dice inaudible.

- ¿A quién? –aparto el fleco de su cara.

-Al lobo –mi corazón da un vuelco en mi pecho, la angustia empieza a invadirme.

- ¿En dónde lo viste?

- En la pista –me quiero apartar, pero ella me sujeta con más fuerza–no me sueltes por favor, no me dejes, te quiero aquí.

Yo te quie... no espera no, es rápido aún, pero yo también quiero quedarme a tu lado.

Pero me termino apartando, tengo que averiguar que carajos paso.

-Llamare para ver que está ocurriendo –me alejo de ella y le marco a Hunter, el abogado del caso.

- ¿Qué paso? –dice con voz ronca.

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