Capitulo ocho
Me despierto por el sonido de quejidos.
-No, no quiero, por favor -susurraba, su boca hacia muecas.
Estaba jalando la cobija tratando de protegerse, me asuste por un momento, pero me ordene calmarme para ayudarle, me acerque a ella y la empecé a mover para que despertara, se levantó de un brinco alejándose hasta la esquina del cuarto, abrazando sus rodillas.
-No me hagas daño otra vez -dijo con voz temblorosa.
No entendí al principio, pero pronto me di cuenta que la luz seguía apagada, cuando la encendí ella tenía las manos en la cara cubriéndose los ojos, me agaché hasta donde estaba.
-Soy yo, Cora, tu amiga -le quite las manos con las que se cubría los ojos, mas no me miro, sus ojitos se llenaron de agua, su boca estaba hecha un puchero, su cuerpo temblaba, sus manos estaban hechas puños, supongo clavándose las uñas en las palmas, los dedos de sus pies estaban engarrotados.
-No me mires –puedo ver la vergüenza en ella.
-Tienes que tranquilizarte.
-No puedo -de momento se soltó a llorar y se fue al baño.
Sabía que esa era mala señal, tenía una idea de lo que podía estar pasando, me ha pasado muchas veces.
Intente sujetarla, pero se paró y se encerró en baño.
-YE VETE DE AQUÍ –grita.
-Abre la puerta Em -intento razonar con ella, quiero mantenerme calmada.
-No, ya vete Coraline -mi miedo se hizo realidad y se escuchó la ducha.
-NO Emily sal de ahí -estoy forcejeando la puerta, pero le puso seguro -por favor puedes hablar conmigo, dime que paso -estoy desesperada -a mí me pasa, sé que cuesta levantarse, pero tú tienes por quien vivir, tienes millones de razones, sé que puede ser que lo tengas todo y que te sientes a morir, pero dañarte no lo va a solucionar.
Se deja de escuchar la ducha, pasa un largo rato hasta que sale con las mangas de su pijama mojadas y empieza a sollozar.
-No puedo vivir sin él.
- ¿A qué te refieres?
-Él es parte de mí -agacha la cabeza -que vergüenza que me mires.
- ¿Qué te hicieron?
-Ya lo he dicho muchas veces.
-Entiendo, pero, puedes contarme lo que sea, suena loco, pero creo que tú y yo
-Lo sé, me lo dijeron, pero tampoco tienes que contarme, no hasta que tu decidas.
- ¿Qué? –ella suspira.
-Tenemos mucho en común -dijo suspirando -ya hay que dormir -dice limpiándose las lágrimas.
En mi cabeza cabe la posibilidad de que a ella también la destrozaron, pero no entiendo porque logra mantenerse de pie.
Narra Christopher
cinco días después
Mis asuntos en Italia terminaron fue muy rápido encontrar a esos cabrones robándonos, pero ya nos hicimos cargo de ellos, estamos otra vez en el jet.
Ya quiero volver a portland, más bien quiero ver a Cora, sus análisis llegaron, un diagnóstico de principios de anemia por el desorden al alimentarse, cuando llegaron los estudios me llene de furia, esos malditos cabrones, pero como sea se van a pudrir, tendrá que tomar suplementos y vitaminas.
ESTÁS LEYENDO
AIUTAMI
RomanceTal vez creas que esta historia es de el, que ella lo arrastro a esto, pero a el lo llevaron a un infierno que no era suyo. Tantos malditos secretos pero entre ellos todo es puro. La fuerza de atracción hizo lo suyo, pero el podrá con su pasado. ell...