Spoiler✨📍
Valentín, un joven huérfano, se encuentra con Dante, un misterioso hombre que resulta ser un asesino.
A pesar de sus diferencias, surge un vínculo entre ellos que se convierte en un apasionado romance.
Sin embargo, la relación se ve des...
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La torpeza adorna mí cuerpo. Voy por la calle y me tropiezo con cualquier cosa. Eso es de distraído.
Aunque eso no era el problema, un tipo raro se encontraba al frente mío. Uno que nunca había visto. Tenía la cara tapada hasta la nariz, sus ojos está vez eran de color rojo. Era raro, lo cual hizo que me levantase del susto.
-¿Quien eres y que quieres?- Quise ponerme en una firme posición para que el tipo se asusté o al menos eso pensé que haría. Divage un momento en como se colocaban los asesinos para poder combatir. No quería pasar vergüenza.
-Vaya, veo que eres igual. No hay comparación. Bastante arrebatado, bastante indiferente.
-¿De qué hablas?, déjame volver a mí casa. Está mal charlar con desconocidos en la calle. - Creo que quede algo Nerd en decir algo, Maribella, tengo que aprender más palabras.
-¿Tu casa?, tu no perteneces aquí. Tu perteneces a otro lugar. Además, no somos tan desconocidos, al menos para mí.
¿Que está diciendo? Me confunde más que las recetas de Estella. ¿Cómo que no pertenezco aquí? ¿Acaso vengo de otro planeta? La suave brisa del viento nocturno pasaba por mí oreja haciendo todo más tétrico el asunto. Puse mí mano en uno de los bolsillos y discretamente tomé el pequeño cuchillo que guarde en caso de emergencias. No me dejaría vencer tan fácil.
Aunque, En un movimiento rápido, lo tenía encima mío. La verdad no tuve ni tiempo a reaccionar. Su cuerpo comenzó a moverse involuntariamente hacia un lugar en específico. Yo intentaba luchar como podía, pero me resultaba inútil. Dante, debes enseñarme más de defensa personal. Al menos, como liberarme de situaciones como estás.
Casi me rindo, si no fuera por algo más. Divise en una de sus prendas un símbolo algo peculiar. Una rosa atravesada por tres espadas. Pensé. ¿Acaso trabajan con alguien más? ¿Sera la orden de la que tanto habla Dante en sus noches de sueño?
-Hey, ustedes. ¿Acaso nos les enseñaron que no se pueden llevar a la gente a su antojo? Demasiado ineptos hacerlo en frente mío, debo admitir que no les enseñaron bien.
