05: May

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No estábamos precisamente en los mejores términos desde la última vez que nos vimos, pero dicen por ahí que familia es familia, y yo decidí aprovecharme de ello.

¿En quién más confiaría ella para ir al lago de aquel pueblito perdido en la Prefectura de Nagano a cientos de km de la ciudad sin decirle a nadie? Fue nuestro padre quién nos enseñó ese lugar y nos forzó a obtener licencias de embarcación cuando cumplimos 15 y 17. Cuando se le declaró desaparecida, testifiqué diciendo que, a pesar de que pasé por su casa a invitarla, se había negado a acompañarme, por lo que terminé yendo solo.

Pero bueno, mentí. En realidad, sí la convencí de ir conmigo, porque ya no podía soportar los gritos en mis oídos que advertían de nuestra inminente confrontación. Me dolía la cabeza y matarla de una buena vez era la única forma de lograr silencio. Luchar contra esto sería  posponer lo inevitable.

...Hice todo esto por amor.

El procedimiento fue más o menos así: Salimos durante esa noche y sí, fuimos en mi coche. Después de dejar su calle, me escribió para decir que cambiaba de opinión, así que esperé a que llegara por su cuenta a la avenida principal. Como es evidente, esto fue calculado, porque tenía bien claro qué debía hacer para que los hechos se dieran así:

[ "Tsumiko-nee, entiendo que estés molesta porque te he estado evitando, pero es que todo el tema con Nakano-san me pone de los nervios. No me gustan este tipo de enredos, pero si es algo que pone tan en riesgo nuestra relación, supongo que tengo que escuchar. Aún no he entrado a la carretera, recién voy llegando a la avenida principal. De verdad, he estado reflexionando y solo quiero que hablemos, si es posible. Prometo que esta vez no diré nada hasta que termines con lo que quieres decir. Por favor, acompáñame, Onee-san." ]

Envié algo similar a esto en un audio.

Y en cierto modo, ambos estábamos exhaustos y ambos queríamos lo mismo. Queríamos detener este tira y afloja silente que crecía entre nosotros. Es solo que recurrimos a métodos diferentes para hacerlo.

Nos dirigimos al Oeste, con rumbo al lago Rakuen, en Hofukuji-machi. Ella con la ilusa idea de que habláramos y nos pidiéramos disculpas como buenos hermanos en mente, y yo con mi plan inicial de llegar solo al lugar. Puse sedantes en su botella de agua antes de partir siquiera y cuando se durmió aceleré lo máximo permitido por la ley para poder detenerme sin aumentar la duración promedio de mi viaje usual.

A mitad del recorrido, en uno de esos puntos con menor vigilancia e iluminación, me bajé del coche con ella a cuestas y entré al bosque. Serían alrededor de las 3:00 am. La maté rápidamente con una punción en la aorta abdominal, y luego de que se desangrara me dispuse a cortar, serrar y fragmentar su cuerpo hasta que quedó reducido a algo que ocupase poco más que un saco grande de patatas.

Mientras lo hacía comprendí que desde el comienzo nuestra historia iba a terminar de esta forma, no importa cuánto intentáramos cambiar.

No se emocione mucho pensando que diré detalles específicos, realmente no recuerdo mucho de esa noche, excepto mi mente haciendo cálculos que ahora no son útiles. Esta es una carta de suicidio y poco me importa ayudar en las investigaciones que harán a posteriori. ¡Ánimo encontrando las pruebas! Igual no estaré en este mundo para pagar.

(...)

Hanzai no ShitaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora