𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒, 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐀𝐒𝐓𝐀𝐑𝐃𝐒 | Chansung/Jeongho

𝟏𝟎

Pequeñas punzadas al corazón　

Al terminar de fumar, Changbin le había dicho que fuera a dormir a su habitación, ya que él lo haría en el sillón. Durante los últimos días solía quedarse despierto hasta tarde. Eran las tres de la mañana, y no parecía tener sueño, así que Jisung se había despedido e ido directo a dormir, no sin antes cepillarse los dientes por quince minutos lo más minucioso que le era posible.

　A pesar de eso, seguía sintiendo ese sabor horrible.

　Dormir jamás era un problema para él, a diferencia de Chan y Changbin, pero despertar era difícil, era costumbre levantarse una hora e incluso dos después de ellos, sobre todo cuando no tenía nada que hacer ese día. Una excepción era cuando Changbin se iba temprano, por lo que debían irse junto a él.

　Tratar de hablar con Chan sobre Jeongin no había funcionado, pero al menos estaba al tanto que esa actitud de «no me pasa nada», era mentira. Gracias a los comentarios de su ex pareja, lo notaba un poco menos cómodo estando él al lado, y tenía miedo que ese cariño y familiaridad no fuese mutuo, por lo que con más razón debía pasar tiempo con él.

　No había hablado de esa incertidumbre con Changbin, ni con el mismo Chan, lo máximo y la más importante pregunta que había hecho una vez había sido si le molestaba estar cerca suyo, él le había dicho que no y se había quedado tranquilo, al menos durante un par de semanas. Pero ese sentimiento y el pensar constantemente que Chan en realidad no disfrutaba de su compañía, de que tal vez en secreto se había quejado de él con Jeongin por sus actitudes cuestionables (y las cuales aun no sabía cómo cambiar y mantener ese cambio algo constante) y que solo le hablaba porque él lo hacía y que si dejaba de hacerlo, perderían contacto, eran cosas que pensaba al menos una vez cada dos o tres semanas.

　Al único que le había contado de ese tipo de pesares, había sido a Minho, quien le había dicho que le hablara sobre eso al mismo Chan. Estaba más que claro que no iba a hacer tal cosa, porque el miedo de que una de sus respuestas fuera que sí, que en realidad le molestaba o que ya no sentía lo mismo que cuando eran adolescentes respecto a su amistad, eran más grandes. Siendo sincero consigo mismo, prefería mendigar atención de alguien que consideraba su mejor amigo, alguien a quien a veces le dolía el pecho de solo verlo por tanto cariño que le tenía, que no tenerlo a su lado y dejar de hablarle indefinidamente, o incluso, por toda su eternidad.

　No tenía muchos ánimos ni ganas de pensar en todas esas cosas antes de ir a dormir, aunque en realidad no pudiera controlar lo que pensaba, a veces le gustaría que así fuera. De ese modo, tal vez, no estaría tan jodido. Soltó un largo suspiro cuando se sentó en la cama y revisó su celular.

　Notó que Minho le había mandado mensaje unas horas atrás, preguntando cómo estaba todo y si había comido bien.

　«Comimos papas fritas y tomamos un poco de soju, no pude hablar mucho con Chan, estaba molesto. Changbin sabe que dejé de estar sobrio e igualmente me dio un cigarrillo». Estuvo a punto de mandar aquello, pero se detuvo. No era necesario decirle lo último. Si preguntaba le diría, pero no era necesario avisarle cada vez que fumaba. Eliminó la última oración y envío el mensaje.
　
　
　Jisung se levantó al oler el café, únicamente de Changbin, quien lo tomaba negro. Él, por su parte, no disfrutaba tomarlo solo, al menos no el barato de supermercado, ni estaba acostumbrado. A pesar de eso, el olor era agradable. Cuando estuvo sentado, Changbin le acercó una taza de café con leche (sin azúcar) y su cuchara.

　La cuchara que llevaba a todos lados, porque todas las demás eran feas y no se sentía bien comer ni tomar nada con ellas, a excepción de la suya. Ellos al principio se burlaban de él y hacían chistes, a él no le molestaba del todo, pero con el tiempo se fueron acostumbrando a que tenía sus cosas, no solo por pertenencia sino por como se sentía usarlas, y aceptaron que si no estaba su cuchara, no iba a desayunar. O al menos, no iba a revolver su café con leche e iba a estar incómodo y ligeramente molesto las primeras horas de la mañana.