Verdadero/Falso
Yang lo observaba perplejo, con el ceño levemente fruncido, en un intento de meterse en su cabeza. En el rostro de Minho no había una pizca de diversión.
—Estás mintiendo —dijo, entrecerrando los ojos y preparado para reírse a carcajadas en cuanto le dijera que tenía razón. Pero Minho no se estaba burlando de él, no parecía estar haciéndolo. Levantó las cejas y mantuvo contacto visual.
—¿Parezco estar mintiendo? —preguntó, antes de alcanzar una de las botellas que estaban por ahí, con su mano izquierda. No acostumbraba tomar cosas tan fuertes aparte de whisky o vino, por lo que supuso que era buena idea probar un poco—. ¿Esto qué es?
—Ron, y del caro. —No encontraba las palabras correctas para proyectar la idea de lo que se encontraba en su cabeza, así que cerró los ojos dos segundos antes de inclinarse sobre la mesa y hablarle claro—. Matrimonio… Tú, ¿matrimonio?
—Amo a Jisung…
—¡Y aun así sales con otra! —exclamó.
No llevaba la cuenta de cuántas veces le había dicho cómo funcionaban sus relaciones, solo sabía que estaba cansado de parecer disco rallado. No quiso ni molestarse en rodar los ojos, su sola expresión bastaba.
—De la cual está al tanto, con la que se lleva bien, y eso no quita el hecho de que quiero casarme con él, aunque odie la idea de estar… atado mediante un par de papeles únicamente a él.
«Y los cuales en realidad juegan en mi contra cuando pongo en retrospectiva mi estilo de vida. Si Jisung algún día quiere divorciarse puede alegar adulterio si se le da la gana, cuando él estuvo de acuerdo todo el tiempo con que la relación fuera abierta, pero como no hay ningún papel legal o prueba que lo contradiga, es su palabra contra la mía» pensó. No le agradaba repasar esos puntos, le daban nauseas.
Yang solo negaba, no sabía si a él o a sí mismo.
—No te veo un hombre casado… además tienes como veintiséis, deja eso para los de cuarenta, para la gente que tiene resuelta la vida y quiere tener hijos, una vivienda propia y… y… y su propia empresa, qué se yo, pero en serio, ¿Casamiento? —Su expresión de asco era extraordinaria, a Minho le pareció gracioso, puesto que ya lo había visto dormir en la comisaría una vez. Yang se refregó la cara y se echó hacia atrás en la silla, quejándose—. Viejo… si quieres vivir experiencias que te generen euforia y ese tipo de cosas, es más fácil que te inyectes heroína.
—Me gusta la idea del matrimonio, la luna de miel, y además prefiero vivir sin VIH y substancias que alteren mi cerebro más de lo que ya está, los cuales pueden quedar en mi sistema durante años, muchas gracias. Tampoco me gustaría darle a mi familia otra excusa para agredirme en navidad.
Una cosa era ser bisexual, otra cosa era ser poliamoroso, ¿pero ser parte de la comunidad, tener un estilo de vida el cual era visto con mala cara o incluso lo comparaban al engaño, y tener VIH? Si eso llegaba a ocurrir estaría seguro que Dios buscaba darle una de las partidas difíciles, y las cosas podrían volverse personales. No le iba a dar el lujo a nadie de su familia de ofrecerles la oportunidad de hacer chistes hablando de lo maricón y enfermo que era, ya tenía suficiente con que sus tíos lo vieran y pudiera saber que estaban pensando en la palabra «anormal».
Claro, también los daños irreparables que le podría causar la droga a su cerebro, comportamiento y manera de relacionarse con las demás personas si llegaba a desarrollar una adicción, pero ese era otro tema.
—No tienes que contarles tooodo lo que te sucede como si fueras el niño preferido —se burló. Minho creyó que tal vez se había olvidado que estaba hablando de una enfermedad incurable y no de una simple gripe—. Además, la idea no es lo mismo que la ejecución. Un día eres su novio, discuten de vez en cuando sobre quién debe lavar los platos, pero todo está bien porque están en sus veinte y siempre pueden… no sé, ver crepúsculo después de tener sexo, pero al día siguiente discutes con tu esposo y se replantea vivir una vida a tu lado porque le dijiste algo que no le gustó y no podrás llevarle un poco de cheesecake como disculpa. Estarás encadenado y tú sí piensas eso.
ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒, 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐀𝐒𝐓𝐀𝐑𝐃𝐒 | Chansung/Jeongho
Ficción GeneralA Jisung y Minho les cae mal Yang Jeongin, cada uno por distintas razones, pero principalmente porque era insoportable y la peor persona que se habían cruzado. Lastimosamente, era novio del mejor amigo de Jisung y «amigo» de Minho. Estaba harto de e...