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Lunes, 1997

Las mañanas de Pablo comenzaban a las 09:00 cuando desayunaba y salía directo a la universidad pública en la que estudiaba, tomaba el primer colectivo que lo deje mas o menos cerca y empezaba la primer materia del día, Pedagogía I

— Hola Pablitoo.

Su mejor amigo Roman lo saludo convidandole un mate y una galletita de agua. La materia le encantaba, una de sus metas era graduarse para dar clases, a pesar de que no sabía muy bien sobre su futuro, tenía metas a largo y corto plazo para mantenerse motivado.

— Romi tenemos que hacer el trabajo para el miércoles, yo se que laburas y todo pero dale hermano, me va re mal en esta materia

— Uy es verdad, perdoname boludo pero estuve a full con todo. Acompañame al laburo hoy que empieza un pibe nuevo a trabajar a la tarde, abrimos la disqueria, hago un par de cosas y hacemos el trabajo¿Te parece?.

La carita de perro mojado que hacía Riquelme era suficiente para que su amigo se ría y le acepte el trato.
El resto del día siguieron sin ningún problema la cursada.

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Lionel se levantó a eso de las 11:00 en una habitación desordenada y un poco sucia, estaba recién mudado y gracias a eso las cajas y la basura ocupaban parte de su espacio, tomo su ropa y se fue a bañar con total tranquilidad para seguir ordenando y recorrer un poco su nuevo hogar. El departamento era chico pero no le importaba, no le importaba nada con tal que ese cuartucho de mala muerte tuviera un buen balcón en el que fumar y tirarse a tomar sol. Ordeno un poco colocando sus discos y decoraciones, lo angustiaba ver como paso de tener un hogar cálido decorado por su madre a un departamento blanco, sin muebles y un eco extremadamente notorio.

Su vida siempre fue linda, se llevaba bien con su madre y su hermana pero con el fallecimiento de su padre y la llegada del padrastro todo se fue "a la mierda" como él decía a sus amigos. El novio de su madre lo hecho luego de una discusión por defender a su madre de esa pareja violenta y con problemas alcohólicos, Scaloni lo entendía, se fue porque su familia no pudo defenderlo, no los culpaba, pero si le dolía y mucho. Así fue como terminó en Buenos Aires y con ayuda de sus amigos que iban y venían por estudio o trabajo le consiguieron esa habitación de tres Cuartos, habitación, cocina y baño, más un hermoso balcón con vista a la ciudad.

Cuando se hizo la tarde bajo corriendo a su nuevo trabajo, con algo tenía que mantener sus gastos, y con esa motivación entro al local que quedaba solo a unas cuadras. Jamás había entrado así que la sorpresa fue absoluta cuando se vio rodeado de miles y miles de vinilos, cds y cassettes, recorriendo pasillo por pasillo se choco con un chico que llevaba consigo un walkman, estaba bailando y sintiendo la música, pero su cara cambio cuando el pequeño artefacto cayo al suelo separando la tapa de la maquinita y sus auriculares.

— Flaco lo compre nuevo hace poco la re puta madre

— Ay no, perdón que tarado que soy, p-perdon y-yo. — Habló Lionel tomando las piezas con desesperación

La escena fue interrumpida por un chico alto y moreno que calmo al castaño con una mano en su espalda y sonriendo tranquilamente

— Pablito no pasa nada, yo te doy otro del local. — el tal "Pablito" tironeo el resto del walkman de las manos de Scaloni con furia.

— Dios mio, soy un tonto, perdón por esto de verdad, que forma de arrancar mi primer día, yo lo pago

— No te preocupes, vos tenés que ser... ¿Scaoni Lionel?

— Scaloni, Lionel Scaloni

— Bueno, entonces Lionel, no te preocupes, el es amigo mio y va a entender. ¿Podrias empezar ordenando? Hay un par de vinilos nuevos, tus compañeros te van a ayudar pero por favor, tené cuidado ¿Si?

— Esta bien, no va a volver a suceder se lo prometo, gracias.

****

El día no estaba siendo muy bueno luego de ver cómo su walkman, ese que tan caro le costó, se había roto en mil pedazos por culpa de un boludo que empezó a trabajar en la disqueria de su amigo.

— Pablo cambia la cara por favor, toma tu nuevo aparto — Habló Roman con un Walkman ahora Blanco a diferencia del suyo entre sus manos

— Yo te lo pago, no importa Romi, no quiero que gastes en algo así, es del local no es tuyo

— Por dios Pablo que parte no entendés que yo manejo esto, si falta uno lo reponemos y listo, no me voy a quedar sin comer por un Walkman. ¿El disco se rompió también?

— No, porque ahí si que lo mataba, hace re poco pude conseguir el de Sui Géneris, estaba agotado en todos lados

— Y si, si nadie escucha eso ahora

— callate vos que escuchas Luis Miguel.

Todo era risas hasta que Román se retiró a seguir con lo suyo y Pablo probaba su nuevo aparato de música, pero cambio su cara cuando volvió el empleado que causo el desastre, "Ese rolinga boludón" pensó

— H-hola te quería pedir perdón otra vez, no puedo estar con la conciencia tranquila

— Ya esta flaco, no pasa nada, mejor anda a laburar y no rompas nada. Me vas a ver más seguido por acá así que mejor que estemos tranquilos, pero no te pases de confianza

— Bueh, otro hippie boludo me va a mandar ahora.

A pesar de la lejanía Pablo lo escucho y revoleo los ojos acordandose de que no valía la pena pelear otra vez, lo que no sabía, era cuánto podía sacarlo de su eje Lionel Scaloni, y no de la forma más positiva que digamos.

Simbolo de paz - Scaimar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora