𝐀tormentada por la trágica muerte de su hermana y enfrentando la constante desaprobación de su madre, la vida de Ederne Moncada parece estar envuelta en un manto de oscuridad. Sin embargo, en medio de la tormenta, encuentra el amor a lado de Mauro...
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Ederne se sintió abrumada por la revelación de Paz. En su mente, la confesión desencadenó una mezcla de preocupación y confusión.
───── ¿Ustedes la secuestraron? ───── se levantó de la banca llevando sus manos al rostro. Los Roble tienen a Samara Barral, una familia en la que confiaba y en la que nunca imaginó encontrar tal atrocidad.
───── No ───── respondió rápidamente Paz ───── No me expresé tan bien. Pero no es nada de lo que piensas. Te juro que todo tiene una explicación.
───── ¿Qué explicación, Paz? ───── habló con firmeza mirándola a los ojos, en el brillo de Paz se podría reflejar el miedo ───── ¿Cómo me vas a explicar que Samara está escondida en tu habitación sin ser eso un secuestro?. Ginebra está buscándola. Tú misma has sentido lo qué es perder a una hija.
Lo último mencionado por Ederne fue un golpe duro al corazón de Paz.
───── Escúchame, Ede. Mi familia y yo la estamos protegiendo de ───── pausó ───── Mauro Nicoliti.
───── No entiendo.
───── Necesito que tomes asiento para explicarte.
Atónita, Ederne le hizo caso a Paz dejándose caer en la banca. Ansiaba saber por qué estaban protegiendo a Sam de su tío Mauro.
───── La primera vez que ví a Luna ───── ¿Luna? Moncada sabía que la niña se llama Samara ─────, bueno, Samara. Fue en un puente. Me pidió algo para comer teniendo en brazos a cobija, su perrita.
Mansur Moncada sonrió con ironía, no solo la habían tachado de loca por ver a una niña asomarse en la habitación de Paz, también por ingenua para contarle que cobija era la perrita de una vecina que había salido de viaje.
───── Le invité de comer pero se fue corriendo. Yo sabía que su carita la había visto en algún lado, hasta que recordé que era la niña que Ginebra Nicoliti está buscando. Me puse en contacto con ella, me hizo ir a su mansión en dónde estaba presente su hermano Mauro.
La falta de comunicación por parte de Mauro sobre la situación de Samara solo agregaba más confusión a la mente de Ederne.
───── Sentí muy extraña esa noche estando con ellos. Mauro dijo algo cómo: le pido que no ilusione a mi hermana con noticias falsas de mi sobrina. Pero yo estaba segurísima que la niña que ví se trataba de esa niña que buscaban. Luego, en la fiesta de bienvenida de los hijos de Kenzo escuché una llamada de Mauro con alguien ───── pensó en omitir que la vio darse un beso con él, pero era parte fundamental ───── una llamada qué hizo antes de que tú lo recibieras con un beso.