❝𝙇𝙪𝙘𝙞𝙛𝙚𝙧 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙥𝙖í𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙢𝙖𝙧𝙖𝙫𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨 ¿𝙨𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡𝙚𝙨...?❞
La única trama que verás en esta historia es a Lucifer con vestido. LOL.
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❝ • ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ: ᵃˡᵃˢᵗᵒʳ, ᵗᵒᵖ; ˡᵘᶜⁱᶠᵉʳ, ᵇᵒᵗᵗᵒⁿ.
• C...
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Alastor, con una sonrisa divertida en el rostro, desapareció gradualmente hasta que lo último que quedó de él fue su sonrisa.
Durante los siguientes minutos, siguió al pequeño humano mientras éste entraba en varios caminos diferentes, en busca de la niña rubia con la que se había cruzado anteriormente.
Después de una hora observando al humano y anticipando los peligros que encontraba en su camino, Alastor apareció de repente en una rama de un árbol frente a él.
—¿Qué estás buscando? —preguntó el gato de Cheshire, también conocido como el gato sonriente, riendo levemente al verlo sobresaltarse por el susto que le provocó—. Tranquilo, no te haré daño..., por ahora —añadió mientras desaparecía del árbol y se materializaba frente a él—. ¿Estás buscando a una niña rubia, verdad? —susurró en su oído, rodeando su cintura con los brazos—. Me provocas demasiado con ese vestido...
Volvió a susurrar en su oído antes de desaparecer y reaparecer en su posición inicial.
El pequeño suspiró profundo, tratando de controlar su enojo.
—¡¿Qué mierda quería ahora?! —exclamó, preguntándose cómo lograba provocarlo con un simple vestido que le llegaba a las rodillas, junto con medias de colores.
—"Tranquilo, Lucifer, no lo golpees, hazlo por Charlie" —se dijo a sí mismo.
No quería creer en sus palabras, pero el hecho de que supiera que buscaba a su hija y que ésta era rubia igual que él lo hacía dudar. Sin embargo, decidió aceptar el trato. Después de todo, ¿qué más podía perder?
—Sí, busco a mi hija. ¿Acaso la has visto, tú..., eh, quién seas? —preguntó, levantando una ceja y esperando una respuesta.
—Puede ser que sí, puede ser que no, todo dependerá de lo que me ofrezcas para proporcionarte esa información —dijo Alastor mientras se sentaba en una rama, su elegante traje cayendo con gracia por sus piernas—. ¿Y tú qué dices? ¿Estarías dispuesto? —desapareció frente a él para sentarse a su lado—. Te propongo algo: tú me haces sexo oral y yo te diré lo que sé sobre la niña rubia de ojos azules con el lindo vestido rosa. ¿Te parece un buen trato? —añadió con una sonrisa muy engreída—. De lo contrario, te perderás y vagarás por este bosque por lo que te queda de vida, si no es que te matan antes.
