❝𝙈𝙖𝙧𝙖𝙫𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙎𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡𝙚𝙨❞. ╎ʳᵃᵈⁱᵒᵃᵖᵖˡᵉ.

13. "CELOS."

Alastor estaba obsesionado con el cuello blanco del humano; su aroma y sabor lo enloquecían por completo.

Sus manos se aferraron a las caderas de Lucifer, acercando sus cuerpos y haciendo evidente su excitación bajo el pantalón. Lucifer lo percibió claramente, provocando gemidos en él.

Sin embargo, Lucifer seguía cuestionándose en su mente por qué estaba ocurriendo esto. No quería. No quería y no podía.

—A-Alastor… —susurró, soltando un grito al sentir de nuevo los dientes de Alastor clavándose en su cuello, como si estuviera sediento en medio de un desierto—. Alastor… detente… yo…

A pesar de sus protestas y demandas, su compañero no se detenía, aferrándolo con más fuerza y continuando con su tarea de marcar su cuello con sus dientes y absorber su sangre.

Durante un breve instante, Lucifer experimentó una sensación de debilidad al sucumbir al placer que su cuerpo sentía al ser mordido. Sin embargo, un fugaz recuerdo de su bebé lo impulsó a reaccionar, sacando fuerzas de algún lugar desconocido para apartar a su agresor.

—¡Te dije que te detuvieras! —gritó, tapándose la boca al darse cuenta de que no podía enfrentarse a él. Alastor era el rey. Si quería poseerlo, tendría que dejarse llevar, pero él no se lo iba a poner fácil.

Alastor pareció experimentar una breve sensación de shock, quedándose inmóvil y aparentemente perdido. Lucifer podría haber optado por escapar y buscar una forma de regresar a su mundo junto a su hija y su esposa. Sin embargo, al ver la falta de reacción en la mirada de Alastor, le preguntó:

—¿Estás bien?

Tal vez fue imprudente, porque Alastor lo tomó de la mano y lo besó, mordiendo sus labios y obligándolo a jugar con su lengua.

Lucifer emitía gemidos y quejidos ahogados mientras sus manos intentaban desesperadamente apartar al hombre más alto de encima de él, pero Alastor lo mantenía inmóvil con un hechizo en la amplia sala del trono.