❝𝙇𝙪𝙘𝙞𝙛𝙚𝙧 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙥𝙖í𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙢𝙖𝙧𝙖𝙫𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨 ¿𝙨𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡𝙚𝙨...?❞
La única trama que verás en esta historia, es a Lucifer con vestido. LOL.
✧*。✧*。✧*。✧*。✧*。✧*。✧*。
Después de que su hija Charlie se pierde en el bo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lucifer aún no dejaba de llorar, pero ya se estaba controlando, al menos un poco. Bajó a su hija y la tomó de la mano.
La niña lo jaló hacia donde estaba su nueva amiga, presentándola con una gran sonrisa. La niña más bajita actuaba tímidamente.
—¡Mira, papi! Ella es mi amiga, se llama Vaggie —dijo Charlie con entusiasmo.
Vaggie agachó la cabeza en señal de respeto.
—Hola, buenas tardes, señor Lucifer —saludó con una sonrisa.
Lucifer le sonrió, contento por la presentación. Amaba a los niños, a pesar de que Lilith ya no deseaba tener más.
—El gusto es mío, Vaggie, querida. Gracias por ser amiga de mi pequeña —dijo mientras le acariciaba la cabecita. Ambas niñas estaban felices, hasta que...
—Charlie, tenemos que irnos a casa. Mamá nos espera —anunció Lucifer.
—Pero papi, no quiero irme. Quiero quedarme aquí —respondió Charlie, soltando la mano de su padre y mirándolo fijamente.
No quería regresar a donde esa mujer que la golpeaba cuando su padre no estaba.
—Ella no está aquí. Aquí no puede lastimarme —agregó Charlie, retrocediendo un poco mientras recordaba varios momentos en los que había sido lastimada.
Angel, al ver el estado de la niña, se acercó y se colocó delante de Charlie, intentando protegerla.
Poco antes, Charlie les había contado sobre su situación en casa, donde su madre la maltrataba en la ausencia de su padre. A pesar de sus intentos de manifestar la verdad, Lucifer pensaba que se trataba de una invención infantil para llamar la atención.
En medio de su angustia, Charlie se aferró a la pierna de Angel, sollozando desconsoladamente.
—Angel, no deseo marcharme. No quiero, por favor, no permitas que me lleven. Angel, por favor —imploró entre lágrimas.
