12. "LINDO PLEBEYO."

2.1K 230 88
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lucifer irrumpió en la gran y elegante habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lucifer irrumpió en la gran y elegante habitación. Sin embargo, la determinación y valentía que había sentido antes de entrar, se esfumaron tan pronto dio el primer paso dentro. Primero, observó el gran cambio que había sufrido la habitación; ahora era de tonos verdes y rojos, y los corazones negros habían desaparecido completamente. Ahora parecía más tétrico y… sin lugar a dudas, totalmente el estilo de Alastor. Y eso que ni siquiera lo conocía bien. Ahora ambos, la sala y su Rey, se complementaban a la perfección.

Lo segundo que vio fue claramente al susodicho, a Alastor. ¿Y cómo no verlo? Estaba sentado en su trono con una pierna cruzada sobre la otra, su típico atuendo había evolucionado a uno más formal y digno de un Rey.

Tragó duro. ¿Por qué estaba aquí en primer lugar? Se suponía que debía buscar una forma de escapar de esta pesadilla, a la cual nunca podría acostumbrarse. Jamás lo haría. Estaba convencido de eso.

"Ah… Sí es cierto…", pensó, recordando lo que debía hacer a continuación.

Alastor lo miraba desde arriba, con una sonrisa engreída en su rostro, mientras lo observaba fijamente, esperando algo de él.

¿Todavía podía salir corriendo? Se sentía realmente pequeño en su presencia. Parecía una insignificante mosca al lado suyo. ¿Pero qué? ¿Por qué demonios pensaba eso? ¡Habían tenido sexo hace una semana y ahora, ¿sentirse pequeño era lo único que le importaba?!

"No puede ser…", pensó de nuevo, preguntándose dónde habían quedado sus aires de superioridad.

Se enderezó, mirándolo a los ojos con valentía. No sabía cómo debía llamarlo, pero él era un caballero.

—Majestad —dijo con firmeza, su voz resonando en la gran sala—, perdone que lo moleste… —se excusó, haciendo una pequeña reverencia hacia adelante y colocando su mano en el pecho en señal de respeto. Después de todo, había protegido a su hija y le había salvado la vida—. Quería agradecerle por todo, mi Rey. Muchas gracias por proteger a mi hija y… por protegerme a mí también… Usted y sus amigos nos salvaron. En serio, se lo agradezco de todo corazón.

❝𝙈𝙖𝙧𝙖𝙫𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙎𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡𝙚𝙨❞. ╎ʳᵃᵈⁱᵒᵃᵖᵖˡᵉ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora