House of Evergreen | Tom Riddle

Chapter XXXVI

CHAPTER THIRTY SIX
"Noche buena"

Al aproximarse al castillo Evergreen, ubicado en el corazón de New Forest, la atmósfera se tornó inmediatamente más imponente y misteriosa. A medida que el carruaje serpenteaba a través de los densos bosques de antiguos robles y helechos, el aire fresco del invierno se mezclaba con el suave murmullo de la vida silvestre oculta entre las sombras. La residencia de la familia de Frey, un majestuoso edificio de piedra cubierto parcialmente por hiedras, emergía como una visión de otro tiempo, con sus torretas y chimeneas destacándose contra el cielo gris.

Al llegar, Tom y Frey fueron recibidos por un equipo de seguridad, una mezcla de magos y muggles, que era testimonio del estatus híbrido y de la riqueza de la familia. Cada visitante era discretamente revisado, asegurándose de que no portaran nada inusual, antes de permitirles la entrada al castillo. Aunque el proceso era meticuloso, se llevaba a cabo con una cortesía que suavizaba cualquier incomodidad.

Una vez dentro, los visitantes eran conducidos a través de un vestíbulo amplio, cuyos techos altos y arañas de cristal hablaban de una era de esplendor y lujo. Los suelos de mármol brillaban bajo la luz de candelabros encantados, y las paredes estaban adornadas con tapices que contaban la historia de la familia a través de generaciones. El aire estaba impregnado de un aroma a pino y especias, evocador de las festividades.

Frey y Tom fueron acompañados a sus habitaciones, cada una reflejando el carácter y la historia de la casa. La habitación de Frey estaba decorada con tonos suaves, muebles de madera antigua y vistas al jardín de invierno, mientras que la de Tom era ligeramente más austera, con muebles de caoba oscuros y un pequeño balcón que ofrecía una vista panorámica del bosque circundante.

El ambiente en el castillo era a la vez acogedor y formal, con el personal de la casa moviéndose silenciosamente para asegurarse de que todo estuviera preparado para la gran cantidad de invitados esperados para la celebración de Nochebuena. A pesar de la belleza y la opulencia, un sutil aire de tensión podía sentirse, como si el castillo guardara secretos en sus antiguas piedras y sombras largas.

Tom y Frey, conscientes de la importancia de la ocasión, tomaron su tiempo para prepararse para la fiesta de Nochebuena en el castillo Evergreen. Cada uno en su respectiva habitación, reflexionaron sobre la noche que les esperaba, eligiendo con cuidado su vestimenta para la ocasión.

Frey eligió un vestido largo de terciopelo verde esmeralda, que hacía eco del color de sus ojos y complementaba perfectamente su cabello castaño. El vestido, ajustado en la cintura y más fluido hacia el suelo, estaba adornado con pequeños detalles dorados que capturaban la luz, dándole un aire mágico y etéreo. Su cabello lo llevaba recogido en un elegante moño bajo, dejando algunos mechones sueltos para enmarcar su rostro, y completaba su atuendo con unos simples pero elegantes pendientes de perlas.

Tom, por su parte, había optado por un traje tradicional de mago, pero con un toque moderno. El traje era de un color azul oscuro, casi negro, con un ligero brillo que lo hacía destacar sutilmente bajo la iluminación del castillo. Bajo la chaqueta llevaba una camisa blanca impecable y una corbata de seda plateada que le daba un aspecto pulido y sofisticado. Su cabello, normalmente desordenado, estaba peinado hacia atrás, mostrando la seriedad con la que tomaba el evento.

Cuando ambos salieron de sus habitaciones, casi simultáneamente, se encontraron frente a frente en el largo pasillo. Sus miradas se cruzaron, y por un momento, todo lo demás pareció desvanecerse. La tensión y la distancia de las semanas anteriores se hicieron evidentes, pero también lo fue el recuerdo de su cercanía pasada. Frey, al ver a Tom tan elegante, sintió un vuelco en el estómago, mientras que Tom, al observar a Frey en su vestido de terciopelo, no pudo evitar admirar cuán hermosa se veía y cómo el tiempo parecía haberse detenido por un instante.