Celestina.

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Capítulo 2.
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Juliet Laurent Pov.

La fiesta en la casa de vacaciones de mi padre en los Hamptons es como cualquier otra. El esplendor, lujos y champán no faltan nunca.

Entre los invitados hay un repertorio de Empresarios, políticos y todo tipo de herederos de grandes fortunas se pavonean por el salón, charlando y hablan de banalidades sin sentido.

Yo luzco un hermoso vestido rosa pálido que parece hecho de seda y perlas con escote recto y falda hasta los tobillos bastante elegante.

Mi cabello platinado y dorado, que parece fundido, grueso y rizado, está apartado de mi cara por una diadema del mismo color de mi vestido.

Mis tacones rosas de punta lucen increíbles, pero están lastimando mis pies, hay una copa de champán en mi mano derecha de la que bebo sorbos pequeños durante toda la fiesta.

Papa atiende a sus invitados con gracia y encanto, mi madrastra de aspecto elegante chismea con sus amigas del club de golf. Veo a mis hermanastros pequeños reírse del peluquín del alcalde de New York.

Debería ir con ellos y contenerlos para que no pongan en ridículo a mi padre al robar ese peluquín (sé que lo están planeando) pero no lo hago.

— Ven, Juliet— Charles coloca su mano suavemente en mi antebrazo y con la otra me quita la copa y la deja sobre la primera superficie que ve. El tira ligeramente de mi brazo— Quiero mostrarte algo.— Exclama sonriente.

Suelto una pequeña risa.

— ¿Quieres mostrarme algo? ¿En mi casa?— Le cuestionó divertida.

— Solo ven.— Dice insistente con una sonrisa de complicidad en su boca.

Dejo que me guíe entre risas jocosas. Mi corazón late de la emoción, y no puedo evitar pensar en que quizás preparo algo especial para mí.

Charles abre la puerta de una de las docenas de habitaciones de invitados y entramos en ella. La sonrisa en mi rostro se desvanece, por qué se ve tan simple, no hay velas, rosas o cualquier cosa que haga esto especial. Me toma de los antebrazos y me gira hacia él.

Me besa mientras hace que retroceda a la cama, pero no siento nada. Sé que debería emocionarme, pero no.

— Te amo, Juliet — Dice contra mis labios y sé que miente.

¡Alto cupido! °[Nico Di Angelo]°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora