Capitulo 15.

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She is so candy.
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Juliet Laurent Pov.

— ¿Qué esperas de una relación?— Pregunta Nico suavemente mientras me despoja de mis prendas.— ¿Hay algo en especial…? — Me cuestiona.

— Nada demasiado exagerado, amor, compresión y fidelidad.— Lo miro a los ojos y tanteó con voz calmada —La naturalización francesa.— Exijo.

Nico soltó una pequeña risa y trazo una línea por encima de mi escote y se deslizó hasta el espacio entre mis senos donde había dos lunares. Luego engancha su mano en mi cintura. Me mira con ojos llenos de deseo y relame sus labios. Casi parece que disfruta el respirar el mismo aire que yo.

Desliza su dedo hasta el elástico de mi chándal y me ayuda a quitármelo.

— Puedo darte las primeras tres.— Me asegura con voz ronca.

— Mmmmh— Finjo pensarlo— Puedo trabajar con eso— Digo finalmente.

Nico me acompaña al baño, ambos estábamos empapados y muriendo de frío, pero aun así quiere que tomemos las cosas con calma. Él se queda en el marco de la puerta, me mira encender las velas con aromas que tengo en mi baño en completo silencio. Lo miro de reojo y Nico aprieta la mandíbula.

Bajo los tirantes de mi sostén antes de desabrocharlo, termino de quitarme la ropa interior frente a sus ojos.

Nico sonríe apenas. Tenso.

Suspiro cuando finalmente me meto en la bañera, el agua está justo en el punto del escaldado. Encendí algunas velas aromáticas con olores dulces y frutales y llené excesivamente la ya gran bañera. Me siento tan aliviada.

No sabía cuánta presión sentía por haber dejado de hablar con Nico.

Saco mi cabeza del agua con olor a lavanda y sales de baño. Lo primero que veo es a Nico parado en la puerta, y mi primer pensamiento cuando lo veo es que no es justo ser tan guapo.

Incluso cuando está empapado por el agua de lluvia, es el más guapo que he visto en mi vida. O quizás solo estoy enamorada y lo veo con lentes rosas.

Su mirada ónix se suaviza en cuanto me ve. —Quiero seguir hablando.

Me encojo de hombros, y la acción hace bajar sus ojos. Cuanto más mira, más anhelante se vuelve su expresión.

—¿Quieres unirte a mí? —Pregunto, porque… Me hago un obsequio.

En lugar de responder, comienza a quitarse la camisa. Tomaré eso como un sí. Esta tiene que ser la mejor idea que he tenido o mi peor. Igualmente.

¡Alto cupido! °[Nico Di Angelo]°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora