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Capitulo 14.
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Narrador Pov.Hazel había esperado con ansias encontrarse con su hermano mayor en el campamento mestizo.
Era agradable verlo y actualizarse sobre su vida, que, por cierto, siempre parecía un poco complicada. Quizás por qué vivía en esa ostentosa ciudad llena de luces y aparatos electrónicos. La vida en la Nueva Roma era mucho más tranquila, incluso con su puesto.
Pero la hija de Plutón había notado un comportamiento inusual en Nico.
Él se veía… Triste.
Es decir, Hazel creía que Nico siempre estaba rodado por un aura triste, pero esto resultaba diferente. En días como esos, días malos, su hermano se aísla y se toma un tiempo consigo mismo.
Sobre todo con la llegada de las cohortes al campamento mestizo, pues este se volvía más caótico y ruidoso que de costumbre.
No solo los juegos de guerra se intensifican y las normas se tornan mucho más rígidas para todos.
Las noches de fogata parecían fiestas elaboradas en lugar de un montón de adolescentes reunidos para comer malvaviscos y cantar canciones.
Y Nico no solía asistir a ellas. Nunca.
Pero lo hacía, y eso quizás era lo que más parecía fuera de lugar. Nico no disfrutaba del bullicio, menos de las canciones y voces ensimismadas.
Pero allí estaba todos los días. Sin falta. Sentado a su lado. Y aunque le gustaba pensar que su hermano hacía un esfuerzo extra por ella, parecía un acto fuera de su carácter normal.
— Frank, Piper y Jason preparamos un pícnic mañana cerca del campo de entrenamiento¿Quieres unirte? — Le pregunta la morena de ojos dorados.
Nico apenas tuvo reacción ante la propuesta, parecía distraída, como si buscará algo entre la multitud.
— No, gracias.— Nico declina la respuesta amablemente.—No quiero que tu novio llene de pelaje mi ropa negra.— Bufa el pelinegro.
Hazel hace un puchero.
— No se transformará, lo prometo.— Le asegura la morena, insistente.
— Eso dices, pero cada vez que ve una ardilla se vuelve un bulldog.— Nico se burla y aunque Hazel encontró aquel comentario cruel, soltó una risita.
Ambos hermanos se acercan a la mesa donde reparten chocolate caliente y malvaviscos para azar en la fogata.
— Hola, Julieta.—Dice Hazel al notar la presencia de la hija de Eros, pues entre todos los mestizos camuflaba con facilidad—¿Con que asaras tus malvaviscos?— Le cuestiona cuando la joven gira su cabeza para verla.
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¡Alto cupido! °[Nico Di Angelo]°
أدب الهواة«¿Por qué me odias tanto?» Nico X Occ Femenino.