Capítulo 9

386 35 5
                                    

Narra Teressa:

El beso no fue como esperaba que fuera.

Me arrepiento de muchas cosas que he hecho en mi vida, pero ese beso no es una de esas cosas, y como el infierno que debería de serlo. Nunca me consideré impulsiva, con tendencia a improvisar si, pero puedo afirmar que ese beso fue un impulso. Volverse impulsiva nunca es buena señal, y menos si una persona es la que te hace hacer eso. No mentí cuando le dije a Holmes que me atraía, lo hace, y quizás demasiado para mi bien.

Jamás he estado enamorada, no porque no hubiera conocido personas que valieran la pena, los conocí, sino porque el amor es una distracción, así que siempre que sentía que alguien podía hacerme enamorar yo salía huyendo. Huir, por si no lo había mencionado, es una de las cosas que mejor se me da.

Holmes despierta en mi el instinto de querer huir. Por ahora solo estoy atraída hacia él, ¿pero acaso no es cierto que toda historia de amor comienza con la atracción? incluso cuando se niega. Aunque Holmes admitiera que le atraigo, nunca podría pasar algo más entre nosotros. Lo he investigado. Sé sobre Irene Adler. Sé que ha sido la única mujer que fue capaz de desafiar a Sherlock Holmes, de hacerle sentir, incluso quizás de hacerle amar; pero ni eso evitó que la entregara, que entregara a la única mujer que le hizo sentir algo porque hay una persona a la Holmes siempre amará más: John Watson.

A Holmes no le importa ser amenazado, ser golpeado o torturado, lo que mas le importa en la vida es el Doctor. Holmes es capas de cualquier cosa para protegerlo, eso incluye proteger a Mary. Yo soy la amenaza y sé que él no dudaría ni un segundo en matarme para salvarla.

Suelto un suspiro y toco mis labios recordando como se sintió tener sus labios contra los míos. Hace un par de horas llegamos a Baker Street, Holmes me guio hasta la antigua habitación del Doctor y se fue sin decir nada, al igual que en todo el camino. Observo el techo de mi nueva habitación contando el número de grietas en ella.

Doy vuelta y hundo mi cabeza entre las almohadas. Es tan frustrante no hacer nada, prefiero mantenerme haciendo algo o mi cerebro comienza a pensar y pensar demasiado las cosas. Gruño y me levanto, camino hasta una de mis maletas y la abro. Ropa. Tomo aire y comienzo a guardarla en cajones y otra en ganchos.

Termino demasiado rápido para mi gusto. La segunda maleta ni siquiera la abro, simplemente la empujo debajo de la cama hasta que queda oculta.

Ring Ring

Observo desde el suelo mi celular vibrar sobre la cajonera, me estiro y lo tomo. Una llamada entrante de un número desconocido. Mi corazón late con más fuerza, pero me obligo a tranquilizarme mientras oprimo el botón de contestar.

—¿Bueno? -pregunto con voz confiada.

—¿O malo? -responde una voz ronca y profunda. Siento como todo mi cuerpo se relaja inmediatamente y como una sonrisa aparece en mi rostro.

—Siendo tú, creo que la segunda opción es la válida -digo.

—No sé si sentirme ofendido o alagado cariño -dice.

—¿Qué tienes para mi Ed? -pregunto.

—Un nombre y un lugar mi amor, el teléfono que me mandaste tenía tan poca seguridad que fue un poco decepcionante -responde.

—Mándame los datos cariño -digo.

—En seguida mi señora -cuelga.

Sonrío. Unos segundos después mi teléfono vuelve a vibrar.

Cuando termino de leer toda la información suelto un suspiro, porque después de todo parece que tendré que abrir la maleta.



Media hora después, estaba lista para salir. Por ultima vez me miré en el espejo e hice una mueca. Parecía una ammm puta, pero la ocasión lo requería. El vestido rojo apenas cubría mi trasero, y la mitad de mis pechos estaban fuera, los altos tacones negros hacen ver mis piernas más largas y estilizadas, pero sigo viéndome como una puta, por lo menos soy una puta con estilo.

Me doy vuelta y salgo del baño, me pongo un abrigo que me llega por debajo de las rodillas. Moriré congelada. Tomo mi cartera y salgo de la habitación. La voces del Doctor y de Holmes llegan a mi mucho antes de pasar por la sala. Cuando entro a la habitación ambos dejan de hablar y me observan fijamente. La mirada de Holmes me recorre de arriba a abajo con desaprobación, pero se limita a fruncir el ceño.

—¿Va a salir señorita Queen? -me pregunta el Doctor amablemente.

—A si es Doc -respondo,

—Van a ser las doce de la noche -dice Holmes.

—Tengo una cita -digo encogiéndome de hombros. Frunzo el ceño al darme cuenta de que les estoy dando explicaciones. Me aclaro la garganta-. No me esperen despiertos.

Comienzo a caminar hacia la puerta cuando la voz de Holmes de detiene.

—Va muy poco abrigada -dice. Me rio mientras abro la puerta.

—Y eso que no has visto lo de abajo Holmes -digo cerrando la puerta tras de mi.

Mi momento de euforia termina cuando salgo a las frías calles de Londres. Le hago la seña a un taxi que se detiene junto a la acera. Subo con rapidez para refugiarme del incesante frio. No puedo evitar voltear hacia arriba antes de que el coche se ponga en marcha, y complace ver como Holmes me observa desde la ventana. Le lanzo un beso y él cierra las cortinas bruscamente. Le indico al taxista la dirección y me recuesto en el asiento esperando llegar a mi destino. Repaso mi plan.

Entrar.

Localizar el objetivo.

Seducirlo.

Sacarle información.

Salir de ahí antes de que me maten.

¿Sencillo verdad? No lo creo


****************************************************************************************************

Lo sé, lo sé, un capítulo corto y aburrido, pero parte muy importante de nuestra historia. Ya vamos para los diez capítulos ¿lo pueden creer? Es genial, pensaba en hacer maratón pero tienen que decirme :'( sean buenos conmigo, ¿va?

Los quiero mis queridos lectores

Sherlock Holmes: El misterio del Nombre -Pausada hasta Junio 2020-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora