Capítulo 12

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Maratón 3 de 3

Narra Teressa:

¿Alguna vez han recibido un balazo? ¿No? Pues yo si, demasiadas veces, y créanme que no se lo recomiendo a nadie. Es doloroso. ¿Y la cicatriz que queda? Peor.

Debo de decir que no era como como tenía planeado encontrarme con la ahora señora Watson, si soy sincera ni siquiera tenía planeado encontrarme con ella; pero puedo decir que no me sorprende, después de todo no es la primera vez que me dispara, y dudo mucho que sea la última.

La sangre comienza a correr por mi brazo, disparó a mi hombro izquierdo y la bala no salió, de lo contrario la ventana se hubiera roto. No entro en shock pues fui entrenada para esto, pero eso no significa que no duela, porque como el demonio que duele. Miro por unos instantes mi hombro sangrante, hago una mueca y comienzo a hacer presión con mi mano derecha.

—Joder Mary, ¿habrá algún maldito día en el que nos veamos y no me dispares? –digo molesta. Los ojos de Mary me observan con cautela y aun con la pistola apuntándome.

—Deberías de agradecer que la bala está en tu hombro y no en tu cabeza –dice ella, nos observamos durante un tiempo antes de que ella se decida a hablar de nuevo-. Deberías de estar muerta.

—Oh no sabes cuánto te agradezco que tengas la bondad de no volarme los sesos –digo destilando sarcasmo-. Y en cuanto a lo de estar muerta, eso es discutible, tú también deberías de estarlo.

—Esperé a que aparecieras –dice-. Esperé a que entraras en la casa con tu sonrisa de superioridad, esperé mucho tiempo, después te busqué sin descanso durante años. ¡Años! Finalmente te lloré, lloré tu muerte y tú estabas jodidamente viva.

— ¡Oye! Tampoco es como si me la hubiera pasado tomando el sol –digo enojada, ella sujeta fuertemente la pistola y apenas tengo tiempo para lanzarme tras un sillón cuando una ronda de balazos perforan la ventana y el sillón-. ¡BASTA!

— ¡No quiero! –grita ella, me quedo tras el sillón hasta que las balas se le agotan. Mi respiración es agitada y el dolor en el hombro se hace cada vez más persistente.

Unos segundo después escucho sus sollozos, me levanto lentamente y observo como Mary esta de rodillas aun con la pistola en mano. Trago y me acerco a ella como una persona se acercaría a un animal aterrorizado. Cuando estoy frente a ella me detengo y me arrodillo, ella levanta el arma y me apunta, pero los sollozos provocan el movimiento brusco del arma, finalmente la deja caer.

—Jeg græd, jeg græd din død (Te lloré, lloré tu muerte) –dice entre sollozos-. Hvorfor lod du mig gøre det? Hvorfor forlod du mig? (¿por qué me dejaste hacerlo? ¿por qué me dejaste?)

—Fordi men begge var døde (porque sino ambas hubiéramos muerto) –respondo, ella levanta la mirada y sus ojos se tornan frios.

—Hvem? (¿quién?) –pregunta con voz dura.

—Regner –susurro.

—Jeg myrder ham, sværger jeg, at jeg vil (lo mataré, juro que lo haré) –dice con odio, le sonrío dulcemente.

—Det vil ikke være nødvendigt, hvad tror du gjorde alt denne gang? (no será necesario, ¿qué crees que hice todo este tiempo?) –le digo, ella me mira y las lagrimas le surcan las mejillas-. At være gravid påvirker dig (estar embarazada te afecta) –ella rie un poco y me mira esperando encontrar respuestas-. Jeg vil fortælle dig alt, jeg lover, men ikke nu, ikke med dem her. (Te lo contaré todo, lo prometo, pero ahora no, no con ellos aqui)

—Tillid til dem (confío en ellos) –dice ella mirando a Holmes y al Doctor.

—Men det gør jeg ikke (pero yo no) –digo, Mary me mira y luego sonrie.

—Du vil stole på dem, jeg kender (pero lo harás, lo sé) –dice finalmente-. Lamento haberte disparado.

—Eso dices cada que me disparas –digo, ella se limpia las lagrimas.

—Venga, ayudame a pararme, tengo que curarte esa herida –me dice.


Un rato después estoy sentada en una de las sillas de la cocina con una botella de wisky a mi lado. Hace unos minutos el inspector Lestrade se retiró, ya que había recibido notificación de los vecinos por varios disparos. Tengo que darle crédito a Lestrade, cuando me vio hizo lo mejor por aparentar que no me conocía, aunque dudo mucho que hubiera servido de algo teniendo en cuenta que nuestro sociópata estaba realmente al pendiente de nosotros.

Mientras Mary se dedica a sacar la bala y todo eso, el Doctor y Holmes están sentados en sus respectivos lugares, casi siento pena por ellos, realmente se veían un poco asustados. Los ojos de Holmes no dejan de observarme.

— ¿No sería mejor que Watson hiciera eso? –pregunta después de un rato, yo enarco una ceja divertida.

— ¿Acaso lo que escucho es preocupación, señor Holmes? –pregunto con un tono burlón.

—Todo menos preocupación, señorita Queen –responde rápidamente Holmes. Suelto una risa que se convierte en siseo cuando Mary logra sacar la bala.

Tomo un trago de whisky de la botella antes de que Mary me la arrebate y eche un chorro a mi herida. Cierro los ojos fuertemente hasta que el escozor pasa y logro relajarme un poco, eso, hasta que Mary saca la aguja e hilo y mi rostro pierde todo color.

—Has recibido más disparos y cortes que la mayoría, pero sigues desmayándote cuando ves una aguja –comenta Mary divertida.

—No me he desmayado –replico haciendo una mueca.

—Aún –completa Mary. Cuando comienza a coser pongo todo mi empeño en no desmayarme.

—Y yo que me empezaba a creer que eras una máquina –comenta Holmes, yo tengo los ojos cerrados evitando ver cómo me cosen.

—Todos tenemos alguna debilidad Holmes –comento tranquilamente-. Nadie es perfecto, aunque estoy segura de que casi rozo la perfección, ¡Au! –exclamo cuando Mary atraviesa mi piel con la aguja con poca delicadeza, abro los ojos y veo su mirada divertida-. Como decía, todos tenemos debilidades, unos más que otros, pero al fin y al cabo, debilidades. ¿Cuál considera usted que es su mayor debilidad, señor Holmes? Aparte de la obvia –sonrío mientras señalo al Doctor.

La mirada de Holmes se pierde, casi creo que ya no va a contestar cuando finalmente lo hace.

—Egy furcsa kék szemű lány –dice a la nada. Pongo cara de no entender, pero lo miro divertida.

— ¿Qué? –pregunto.

—Nada –dice Holmes, me observa unos segundos antes de apartar la vista.

Mi corazón late desbocado. Cuando miro a Mary sé que ella también le ha entendido, pero ambas hacemos un acuerdo silencioso de no decir nada. Pongo una sonrisa divertida en mi rostro, aunque por dentro, por dentro comienza a crecer un sentimiento que jamás me ha gustado: el miedo.

Es ahí cuando me doy cuenta de que mi error no fue venir a Londres, mi error fue quedarme.

+++++++ Bueno solo para aclarar, el idioma que Mary y Teressa hablan es Danés. Y la parte que dice Holmes es Húngaro, ¿qué creen que signifique? Chan Chan Chan Chan.

También de paso quería invitarlos a que si son fan de crepúsculo, de los lobos más específicamente, se dieran una vuelta por mi nueva novela, que es un fan fic de Embry (es que lo amo).

Este es el fin del maratón así que espero que lo hayan disfrutado mucho :) los amo  

Besos+++++++

Sherlock Holmes: El misterio del Nombre -Pausada hasta Junio 2020-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora