Menos mal que me había traído dos toallas, le dí una para que se secara. No sin antes tener que quitarnos la ropa interior y dejarlo en el radiador. Ambas estábamos tapadas con la toalla, ninguna vimos el cuerpo de la otra mientras nos quitabamos la ropa. Tuvimos que ayudarnos con los secadores de pelo para reducir la espera, aunque yo no ponía mucho de mi parte. Prefería tomarla de la cintura e impedir su acción de secar la ropa, debía de devolverle lo que me hizo cuando mi padre estaba dentro del vestuario. Al final me eché atrás y la dejé en paz, saqué mi ropa limpia y la puse ordenadamente.
Paula: ¿Y tú padre?- la ve- ¿no te estará esperando?
Leonor: No, él suele ir en otro coche- se acerca a ella- le dije que me quedé a ver otro partido
Paula: El otro partido- se señala a si misma y Leonor se ríe asintiendo.
Leonor: Y vaya partidazo- le da un pequeño beso- debí de haberte buscado antes- la ve a los ojos mientras junta su frente con la de ella- no debí de haberme rendido cuando no viniste
Paula: Pero mejor tarde que nunca, ¿no?- le toma de las manos- ahora podemos estar juntas
Leonor: En privado- susurra cerrando los ojos.
Paula: Aunque sea en privado- le acaricia la mejilla- anda, ve a cambiarte seguro está ya todo seco- le da un beso en la frente.
Leonor agarró su ropa y se fue a la parte de las duchas, yo me vestí lo más rápido posible, mi padre me estaba esperando y no quería tardar mucho más.
Paula: Me voy yo primero, mi padre ya me escribió preguntando como voy
Leonor: Está bien, te quiero- dice desde las duchas.
Me quedé paralizada un momento por la sorpresa que sentía por lo que me dijo, una gran sonrisa asomó por mi boca.
Paula: Y yo a ti- sonríe.
Agarré todas las bolsas, y la raqueta rota, para después caminar hacia la salida. Mi padre de encuentra en el parking apoyado en el coche, al verme abrió el maletero y me ayudó a guardar las cosas. Su expresión parecía un poco más calmada pero seguía estando serio. Tampoco quiero que esté de buen humor, me daría mucha rabia si eso sucediera.
Noté como me vibró el móvil, lo saqué para ver que mensaje me había llegado. Se trata de Leonor, me escribió que me había dejado una muñequera de tenis, quise responderle pero mi padre me vió con el móvil me regañó.
Nacho: Deja el móvil, debes de ser consciente de los errores que has cometido- dice serio.
Lo apagué de mala gana y lo guardé, ya me di cuenta de los errores que tuve. Ya lo reflexioné, solo necesito estar tranquila y distraerme de recordar ese mal resultado. La única solución es hablar con Leonor, habíamos pasado un buen rato en el vestuario y al irme, dejandola sola, volvió esos malos pensamientos. Me dió a entender que ella es mi lugar seguro, que siempre estaría bien si estaba a su lado. Y que mi padre me prohibiera mirar el móvil no ayudaba en nada.
Nos dirigimos al hotel, menos mal que tenía un cuarto a parte, podría tener más privacidad. Mi padre pagó el tiempo que estuvimos en el hotel, mientras que yo subía a mi cuarto. Aproveché que estaba sola para contestar el mensaje de Leonor.
Paula: Estoy aquí- le envía la ubicación- por si te quieres pasar
No tardó mucho en leer mi mensaje y responderlo.
Leonor: ¿No sería sospechoso?
Paula: Estoy en uno de los mejores hoteles de la ciudad, si te pasas por aquí no será muy sospechoso, además, te invito a una habitación para que no haya sospecha
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Mi princesa favorita (Leonor x fem)
RomancePaula es una adolescente que sueña con llegar a ser una tenista profesional, desde pequeña lleva entrenando a tenis teniendo a su padre como entrenador. Debe de convivir con la presión del deporte, y tiempo después, el de un posible romance con una...