La foto que me hicieron junto a mi hijo y el trofeo saliendo del hospital podría decirse que es una de las más virales en el mundo del deporte, ganar el torneo más importante de tu carrera y el mismo día nace tu hijo, es una anécdota que muy pocas veces pasa en la vida y es bueno recordarla para siempre. Mateo no dió mucha guerra en los primeros días en el hospital, se veía un niño calmado algo que agradecimos internamente porque nuestro mayor miedo era ese, que salga muy llorón y nos esté estresando las 24/7. Tampoco le podíamos echar la culpa, es un bebé y no saben controlarse muy bien.
El cuarto del peque ya estaba preparado, junto con Sofía, el día de antes, dibujamos en la pared blanquiazul unos dibujos infantiles, como unas estrellas en el techo, un cohete volando hacia un planeta, un castillo inspirado en el de los cuentos Disney. Quisimos que se viera infantil pero que no se notara mucho que era un cuarto de un niño, no sé si me explico bien, la intención era que los dibujos no se vean como los gustos que debe de tener un niño, que sea más variado. Leonor no había visto el resultado, y cuando llegamos a casa la llevé hasta la segunda planta, allí le tapé los ojos mientras la llevaba al cuarto de nuestro hijo. Le destapé y en su cara se podía ver la ilusión que le hizo, cargué a nuestro hijo que estaba en el carro para que mirara también los dibujos, seguramente su vista sea borrosa pero me llenaba de ilusión poder enseñárselo.
Leonor: Pensé que no tenías mano para dibujar- bromea.
Paula: Eso mismo creíamos tu hermana y yo, pero mira el resultado- sonríe- quedó increíble
Leonor: ¿Y en nuestro cuarto no hay de estos?- sonríe.
Paula: No, pero cuando usted quiera alteza puedo dibujarlo lo que desee- sonríe- que sea fácil por favor- ambas se ríen.
Leonor: Lo decía de broma- la besa- no hace falta que lo hagas si no quieres
Ahora si puedo decir que logré mi sueño junto con el de mi madre, llegar a ser una tenista profesional y formar una familia. Sabía el esfuerzo que me iba a llevar poder estar para ambos pero pondré todo mi empeño para no dejar ninguna de las dos cosas que más amo, mi familia y el tenis. Por eso, desde antes de que naciera Mateo, Leonor y yo nos organizamos para poder establecer una estabilidad en nuestros horarios. Ella como princesa tenía recados oficiales, y la mayoría implicaban hacerlos fuera de casa, en esos momentos yo debo de estar con la peque en casa y en caso de que me pille en un torneo debo de llevármela cuando cumpla el año, hasta entonces tendré que retirarme de ese torneo para cuidar al bebé.
[...]
Mi relación con mi padre mejoraba poco a poco, tenía razón cuando dijo que quería cambiar. Ahora que se ha dado cuenta de lo mucho que he crecido y como se ha perdido los mejores años de mi vida, ahora quiere estar en los siguientes. Tenía buena relación con su nieto, que hoy cumplía ya 8 meses. Ya está más mayor y ya no parece una bolita, su cuerpo se ha estirado pero aún conserva sus gorditos bracitos. Eso sí, come como no veas, cada 10 minutos te pide comer, no sé de donde habrá sacado ese amor a la comida.
Leonor: ¿Cómo puedes tener hambre si has comido hace media hora?- Paula se encoge de hombros- eres un caso perdido- rueda los ojos divertida.
No diré nada, pero lo dije todo. Felipe se volvió muy blando cuando estaba cerca de Mateo, en cambio, cuando nos quedábamos solos aún me miraba un poco molesto pero tarde o temprano tendrá que aceptar la vida que tengo, su hija lo aprobó, ¿y por qué él no?. Mateo es un niño bastante feliz, cada dos por tres te saca una de esas sonrisas tan adorable. Cuando lo llevamos de paseo y alguna señora mayor se para para verlo, él le dedica una sonrisa, y la señora bromeando dice que tengamos cuidado que esa sonrisa enloquecerá a muchas chicas. Espero que mi hijo no salga un Don Juan, ya tenemos suficiente con los primos de mi mujer y su abuelo, que en paz descanse.
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Mi princesa favorita (Leonor x fem)
RomancePaula es una adolescente que sueña con llegar a ser una tenista profesional, desde pequeña lleva entrenando a tenis teniendo a su padre como entrenador. Debe de convivir con la presión del deporte, y tiempo después, el de un posible romance con una...