Extraña advertencia

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Bulma tenía un montón de trabajos escolares pendientes, se suponía que iría a ensayar una hora y regresaría a casa a terminar sus deberes, sinceramente quería salir con Yamcha pero éste le había cancelado, dijo que pasaría todo el fin de semana ayudando a su madre en el restaurante. Menos mal Vegeta apareció. Bulma sonreía y un suspiro la hacía caer en cuenta de lo que estaba sucediendo.

—¿Qué te pasa? No seas tonta Bulma Briefs... eso... está mal.—Se susurraba a sí misma, no podía olvidar lo atento que fue al cargarla a fuerzas cuando pisó con su pie esguinzado. Sacudía la cabeza, igual Yamcha era muy atento y excelente novio, era trabajador y siempre estaba al pendiente de su madre, le era fiel y hacían linda pareja. ¿Cómo podía reclamarle si tenía una situación económica complicada?

Tomo su celular y decidió escribirle a su novio, últimamente había borrado la confirmación de lectura, así que no podía saber si ya había visto sus mensajes. Los entrenamientos, la escuela y el trabajo en el restaurante debían ser una pesada carga, ahora también tenían lo de la obra escolar, aunque a Yamcha no le importaba mucho, seguramente improvisaría sus líneas o traería notas para decirlas. Ya podrían cortar un poco su papel, era la estrella del equipo de Base ball, así que cualquier cosa que hiciera sería motivo de celebración.

Bulma💙: Yamcha, ¿Cómo estás? Yo estoy bien... Bueno, tuve un accidente y estuve un rato en el hospital, pero estaré bien gracias al regenerador que inventó mi papá.

El mensaje llegó pero no fue leído, o quizás si, no hubo respuesta y no valía la pena esperar despierta, así que dejo todas sus cosas y se dispuso a descansar. Cerraba los ojos y todo lo que podía recordar era a Vegeta con su cara de gruñón. La próxima vez programaría los drones para ser más rápidos, un par de ajustes en los motores y vencerían más fácilmente la gravedad aumentada. Seguramente le encantaría entrenar con algo más retador.

El sueño llegaba y se veía a ella misma caminando en una playa, saltaba divertida y siguiéndola estaba Vegeta, ella lo animaba a jugar en la orilla del mar, pero él seguía caminando lento, como si la cuidara

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El sueño llegaba y se veía a ella misma caminando en una playa, saltaba divertida y siguiéndola estaba Vegeta, ella lo animaba a jugar en la orilla del mar, pero él seguía caminando lento, como si la cuidara. De pronto el clima cambiaba, el sol se perdía y se cubría todo de nubes negras, las suaves olas comenzaban a golpear la tierra violéntente y Bulma volteaba buscando a Vegeta. No aparecía por ningún lado, el viento golpeaba fuertemente y levantaba el agua y la arena. Bulma era arrastrada hacia el mar, no tenía la sificiente fuerza para salir de allí.

—¡VEGETA! AYUDAAAA.—

Bulma gritaba su nombre una y otra vez, estaba muerta de miedo y no podía salir, no podía respirar. Unas manos alaban de ella hasta el fondo océano, sintió como se hundía en el agua salada y caía sin caer del todo. Trataba de salir cuando la vio. Una mujer de fuerte mirada, con largo cabello oscuro y piel sumamente pálida estaba frente a ella. La mujer portaba una banda real, algunas joyas y la mirada perdida.

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