—Felicidades Milk, 42 Kilos. Te esforzaste por entrar en el Vera Wang.—
—Gracias señorita Lychee, gracias a usted ahora soy hermosa.—Milk miraba su delgada y definida figura en el espejo mientras portaba un ceñido vestido azul rey. Su piel lucía increíblemente pálida y su rostro tenía un maquillaje que la hacía ver con efecto piel de porcelana. La chica se sentía feliz, por fin estaría con sus amigas, aunque Goku no hizo por contactarla, ni siquiera se preocupó por ella, en cambio había recibido una invitación al baile por parte de Radit. Parecía un buen chico oriental y consideró adecuado ir con el. De todas maneras al llegar seguro se reuniría con sus amigas y el plan del baile terminaría como una hermosa amistad.
El timbre sonaba y el señor Oax Satan abría la puerta, le sorprendía ver a Raditz ya que esperaba a Goku, no era un secreto que Milk estaba enamorada del muchacho Son y a él le agradaba. Pero ese chico alto y fornido Raditz tampoco se veía mal, era educado y parecía estar interesado en su bebé.
—Buenas tardes señor, soy Raditz. Mucho gusto.— El joven hacía una reverencia.
—No seas tan formal jajajaja, Milk no tarda.—
—Me ha preocupado no verla en la escuela, espero ella esté bien de salud, en todo caso ¿Algún cuidado especial que deba tener con su hija?—
—¿Eh? Mi milk está más sana que un toro de lidia.—
—Ah... vaya.—Milk bajaba las escaleras deslumbrando a Raditz y también a su padre, parecía un ángel, aunque Raditz notó su extrema delgadez, se precipitó a ayudarla a terminar de bajar dándole la mano al mismo tiempo que su padre. Milk sonrió tapándose delicadamente la boca. Parecía una chica de la nobleza oriental, no tenía nada que ver con la desastrosa Milk Oax del colegio estrella dorada.
Después de un par de fotografías, el señor Oax despedía a su pequeña hija y a su acompañante al baile, suspiraba pues en cierta forma se había hecho a la idea del joven Goku y la mirada de águila de Lychee le recordaba que Milk tenía un compromiso. Satan se sentaba en su sala y prendía el televisor, estaba triste, si Goku no era el ancla para que su hija rechazará su título, podría perderla para siempre.
Mientras tanto Yamcha llegaba en una lujosa limusina a recoger a Bulma, quien apenas si estaba lista, entre ayudar a Gre, Lázuli y ella misma, tenían un desastre en la habitación de Bulma. Vegeta y Tarble esperaban abajo y Yamcha torció la boca al ver al par de chinos en la sala de Bulma.
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En mis sueños
FanfictionUA. A través de sus sueños, Vegeta, un caprichoso príncipe heredero, amante de las artes marciales mixtas y justo, aunque con métodos cuestionables, descubre que hay alguien que le importa más que él mismo y sacrificaría todo por salvar su vida. Lu...