UA. A través de sus sueños, Vegeta, un caprichoso príncipe heredero, amante de las artes marciales mixtas y justo, aunque con métodos cuestionables, descubre que hay alguien que le importa más que él mismo y sacrificaría todo por salvar su vida. Lu...
—Chicos de tercero, no olviden entregar sus permisos, el viaje de conservación de especies será la siguiente semana, tienen hasta el jueves.— El profesor de biología recordaba a sus alumnos no olvidar el talón firmado por sus padres o tutores. -Si.— Contestaban los alumnos al unísono guardando todas sus cosas para salir de clases, era la última hora y ya estaban cansados y aburridos.
Vegeta y Raditz estaban exactamente en las mismas clases, además el príncipe sabía que tenía que soportarle en el entrenamiento. Afortunadamente ya se había recuperado y era el primer día que asistiría al ring. Le daría una paliza. Tomó su mochila y salió a su habitual sitio en la biblioteca, donde descansaría hasta que llegara la hora de entrenar, llevaba un delicioso lunch hecho por un chef profesional de su país, ¿Qué más podría pedir?
—Herma... ¡Vegeta!— Tarble gritaba al toparse con su hermano. —Vamos a ir con Bulma y los demás a un restaurante muy famoso de comida china ¿Quieres ir?— —¿Comida... China?— ¿Iría con Bulma? Un momento... ¿Había buena comida de su continente y no lo sabía? Quizá era mala comida china o muy comercial como acostumbraban en este país de porquería, Vegeta se detenía y cruzaba los brazos. —¿Qué clase de comida china?— —Pues es la mejor comida china que he probado, es muy casera y tradicional.— Bulma alcanzaba a los chicos seguida por Lázuli, quien resoplaba, no estaba de acuerdo en invitar a Vegeta pero Bulma y Goku habían insistido. —Es tan buena como la de mi abuelito, pero con el toque chino.— Goku llegaba de la dirección opuesta junto con Milk. —¿Vienes Milk?—Lazuli miraba fijamente a su amiga, si algo caracterizaba a la rubia era su gran poder de observación y sabía que Milk tenía un problema con la comida. —Ah... noooo... no puedo, quedé de ir a comer con mi papá, otro día ¿Si?— —¿No tu papá tenía una reunión en la capital del norte?— —Ah... fue ... la semana pasada, hoy voy a comer con el porque viene llegando... bueno cuídense, se me hace tarde para comer con mi papá.—
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Milk se retiraba muy de prisa y Lázuli no se tragaba ese pretexto ni un poco, sacaba su celular y verificaba las fechas de la Expo mundial de ganado, donde la familia Oax era patrocinadora en al capital del norte y estaba sucediendo justo en ese momento, el en vivo del señor Oax calificando vacas probaba que Milk estaba mintiendo. Lázuli frunció los labios, averiguaría que estaba sucediendo. No quiso hacer más escándalo en ese momento, pero las cosas no se quedarían así tan fácil.
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