UA. A través de sus sueños, Vegeta, un caprichoso príncipe heredero, amante de las artes marciales mixtas y justo, aunque con métodos cuestionables, descubre que hay alguien que le importa más que él mismo y sacrificaría todo por salvar su vida. Lu...
Oficialmente el semestre escolar había terminado y las vacaciones de invierno daban inicio para la capital del Oeste. Muchos alumnos regresaban a sus ciudades o países natales, sin embargo las órdenes en la capital del Este para los príncipes y Gre fueron quedarse en un lugar seguro hasta que las negociaciones de no ataques terroristas estuvieran estables. A Vegeta no le interesaba mucho volver a su país, a propósito se mantenía concentrado en las regionales que serían justo regresando a clases, en un mes. Por su parte las regionales del este y norte ya se habían llevado a cabo. Ten Shin Han, Bujin, Bido, Tottepo, Panpumkin y Baioga Ting Long conformaban el equipo Oriental. En el norte la selección constaba de Freezer, Gurdo, Dodoria, Ginyu, Zarbon y Recoome.
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Obviamente al enterarse de que tanto Shin Han como Freezer participarían, Vegeta se puso a entrenar como loco, no podía faltar a los mundiales costara lo que costara. Tan pronto amanecía, el príncipe ya estaba en el laboratorio con una sesión de entrenamientos. Bulma lo observaba cuidadosamente, aún estaba muy fresca la vergüenza que había pasado en el baile y aunque no lo dejaba solo por miedo a que se lastimara, tampoco lo encaraba mucho, únicamente estaba en el laboratorio con la excusa de los drones y algunos equipos que inventaría.
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Un mensaje le recordaba a Bulma que era momento de organizar su ya tradicional cena pre navideña, como Lázuli por lo regular viajaba en navidad con sus padres, Bulma ideó reunirse un par de días antes para hacer un intercambio de regalos y divertirse. Ese año lo harían en casa de Milk debido a su recuperación, así que preparó una pecera con papeles dentro. No se aguanto las ganas y quitó la gravedad de la cámara para interrumpir a Vegeta.
—¡¿QUÉ DEMONIOS QUIERES?! ¿QUÉ NO VES QUE ESTOY ENTRENANDO?—El príncipe se enfadaba, esa mujer parecía ciega o tonta. —¡Vegeta! ¡Toma un papel!— Bulma se acercaba con un recipiente lleno de papeles doblados. —¿Y yo para qué quiero un papel de esos?— Vegeta giraba los ojos, no obstante que no le dió respuesta sobre salir con él, se sentía con el derecho de interrumpirlo y además con sus tonterías de mujer vulgar —¡Vamos! Es para que le compres un regalos uno de tus amigos en el intercambio navideño.— Vegeta tomaba un papel y lo desdoblaba para leer lo que decía el mensaje, se quedaba pensativo. —¿Por qué debería comprarle un regalo a Goku?— Bulma se enfadaba —¡AAAAAAAY VEGETAAAAA! SE SUPONE QUE NADIE DEBE SABERLO PORQUE ES UNA SORPRESA!— —Hmm ustedes los occidentales y sus cursilerías.— —Ash ya que, si me acompañaras de compras ¿Verdad?— —No, la verdad prefiero entrenar.—
