UA. A través de sus sueños, Vegeta, un caprichoso príncipe heredero, amante de las artes marciales mixtas y justo, aunque con métodos cuestionables, descubre que hay alguien que le importa más que él mismo y sacrificaría todo por salvar su vida. Lu...
Vegeta caminaba hambriento hacia la cafetería, el bento de Goku lo había dejado con mucho antojo, y aunque el amable chico Son ofreció compartirlo, no se sentía a gusto comiendo el lunch de alguien más, así que optó por ir a buscar algo sin imaginarse que encontraría a su hermano jugando al té con las 3 fastidiosas. Por más que quería algo decente de desayunar, sabía que si se acercaba, Tarble le pediría que se uniera y sinceramente no le apetecía hacerlo. Por lo tanto, giró hacia la máquina de comida chatarra, guardaría estómago para la tarde... deseaba desesperadamente un plato de arroz bien hecho... con algo de kimchi o sopa de algas... no era mucho pedir. Se conformó con una soda y unas rosquillas, si seguía comiendo así, tendría que volver a contratar a Yajirobe como su doble exacto, rodaría en un par de meses.
Salió a buscar un buen lugar para esperar su próxima clase, en el jardín posterior no se veía mucha gente, así que encontró un viejo árbol, ideal para recargarse mientras tomaba la sombra, estaba rodeado de arbustos y era genial, sin ningún simio a la vista. Aunque no tenía su plato de arroz, al menos estaba sólo disfrutando de un momento de paz en medio de algo de naturaleza. O eso creía hasta que escuchó susurros.
—Eres muy juguetón Yamcha.— —No, tú lo eres. ¿Sigue en pie lo de mañana?— —Iba a ir con mis padres a casa de mi abuela.— —Pero yo quiero estar contigo.— —Haré lo que pueda.—
Luego ruidos de besuqueos que colmaban la paciencia del príncipe. Pudo ver de reojo al tipo estúpido y los pelos azules de su novia.
—Que molestos.— Se levantó y caminó a su salón, eligió como siempre el mejor asiento de la clase y esperó a que llegara todo mundo, se hizo el dormido para no ser molestado pero se percató que la pelos de elote y su amiga la retardada entraban juntas muy felices. Le pareció extraño ya que la acababa de ver en el jardín con el orangután de su novio. Algo era muy extraño, el insecto no llegaba a clases y estaban por cerrar el salón.
Yamcha llegó derrapándose .—Disculpe profesora, ya... ya llegué.— corrió hacia el asiento donde estaba Bulma y la saludo. —¿Qué pasa?— —Voy llegando, tuve entrenamiento matutino.—
Vegeta se quedaba observando un momento a Yamcha, algo no estaba bien, si los acababa de ver juntos... Tenía curiosidad de corroborar si la persona que vió y la mujer de la cafetería eran la misma, así que se le lanzó una fuerte mirada a Lázuli, de esas miradas que a la rubia no le gustaban nada. Vegeta quería preguntarle si estuvieron juntas en la cafetería todo el tiempo, pero la joven no le dió tal oportunidad.
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—¿Y tú qué me ves?— —¿Yo a ti? ¿Tienes algo que te vean?— —¡NO ERES MI TIPO! Me gustan altos.— —¿Si? Tampoco eres mi tipo, me gustan las damas, pero tú no lo eres.— —¿No, entonces que soy?— —Un robot.— —Es el insulto más tonto del mundo, muñequito de acción.— —Me... ¿llamaste muñequito de acción? — —Si... eres un JUGUETE.—
Los ánimos se calentaban entre Vegeta y Lázuli , la profesora de literatura se había dado cuenta de la discusión entre sus alumnos, así que no dudaba en parar el confrontamiento con algo de atención dirigida.