Viaje escolar

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Nappa conducía a Vegeta y Raditz hacia el aeropuerto, serían unas horas de vuelo hasta las islas volcánicas. A pesar de la negativa de Vegeta a ir acompañado de Raditz, no tuvo éxito. Era una orden directa el que fuera "vigilado" ya que además del "viaje escolar" tendría actividad diplomática. Al menos logró que los llevaran una hora antes de la citacon sus compañeros, así nadie los vería llegar juntos y en ese punto Raditz estuvo de acuerdo.

—Ya está su check in magestad, es el boleto 3A de primera clase.— Nappa enviaba a Vegeta por mensaje su check in.
—Uy que lujo, soy un conde ¿El mío es de primera clase también?—
—Mmm no, pero te toca ventanilla, 14 A—

Raditz subía los hombros y bajaba las maletas de la cajuela del auto diplomático, a pesar de su título aún seguía siendo subordinado del tonto de Vegeta. ¡Que suerte de haber nacido príncipe!
Nappa bajaba las cosas de Vegeta y los acompañaba hasta la zona de la aerolínea.

—¡¿Podrían dejarme solo?! ¡¿O al menos alejarse?!—
—Gracias príncipe, lo que más deseo es estar lejos de ti.—Raditz de inmediato se iba a ver las tiendas y a comprar algún bocadillo, mientras Nappa se alejaba a comprar donas y observar a unos metros, ambos accedían a dejar despejada el área.

Mientras tanto Vegeta sacaba su teléfono para leer la información que había enviado su padre... o más bien el secretario de su padre. Parecía que el rey Kress era una persona sumamente creyente y espiritual, Vegeta rodaba los ojos, no le gustaba la gente fanática. Continuaba revisando y estudiando lo que les gustaba hacer, comer, entretenimiento, negocios y llegaba a la fotografía de la princesa Misa. Era una chica con rasgos orientales, linda... pero hasta ahí, nada especial, daba lo mismo que todas, a todas las veía iguales. Incluso había visto la fotografía de su prometida años atrás y ni la recordaba, no le importaba.

Se quedó un momento mirando a la chica, tal vez si hubiera observado a la prometida se daría cuenta de quién era o podría haberla investigado, pero no valía la pena, al final del día era elección de su padre y nada más, no tenía que perder el tiempo

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Se quedó un momento mirando a la chica, tal vez si hubiera observado a la prometida se daría cuenta de quién era o podría haberla investigado, pero no valía la pena, al final del día era elección de su padre y nada más, no tenía que perder el tiempo. Mientras él pensaba una persona se sentaba a su lado.

—¿E.. es tu novia?—

Vegeta reconocía esa voz y se ponia azul, volteaba a ver a Bulma, la mujer más metiche e insoportable del mundo. No sabía cómo reaccionar así que se enfadó.

—¡¿CÓMO CREES?! ES UNA HOJA DE INFORMACIÓN DE MI PAÍS... Y NO DEBES MIRAR AL CELULAR DE ALGUIEN ASÍ ¿QUÉ NO TIENES MODALES?—
—Ay bueno, no te enojes. Llegaste temprano, yo siempre soy nerviosa en los vuelos y tengo fobia a perderlos. ¿Ya elegiste tu asiento?—
—Si...—
—¿Qué asiento te tocó? Yo estoy el la 14 B.—

Vegeta subía una ceja, Bulma viajaría al lado de Raditz... tenía que cambiarle el asiento o cabía la posibilidad de que Raditz revelara que era el príncipe. No había pensado en eso antes y no pudo ponerse de acuerdo con él porque no se hablaban. Se levantó y miró a su alrededor, pudo observar a Raditz en Stardust comprando algo para comer antes del vuelo.

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