the beginning

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Leehan siempre soñó con el día de su graduación y cuando lo sacó de sus sueños para hacerlo realidad se sintió más que feliz y realizado. Pensaba que no habrían barreras para el, que podía con todo y que todos sabrían el nombre de Kim Leehan.

Tristemente, a veces la vida se encarga de quitarnos esos sueños y sobre todo esas esperanzas y ganas de comerse el mundo, por lo que en la actualidad no quedaba mucho de aquel chico que alguna vez fue, quedaban vestigios solamente.

Ahora, a sus 22 años; después de haber aplicado por muchos trabajos sin éxito, se encontraba trabajando como asistente de un señor muy malhumorado cuya empresa decaería pronto, por lo tanto su sueldo no era la gran cosa ya que apenas le ayudaba a pagar la renta y de vez en cuando salir con sus amigos.

-No, en realidad no tengo ganas de ir -decía el chico mientras hablaba por teléfono con uno de sus amigos, pero el otro no se rendiría tan fácilmente.

-Vamos Leehan, siempre es bueno salir y tomar algo de aire. Tienes que despejarte un poco.

-Claro que tomaremos aire, ya que es lo único que es gratis - ante esto el chico del otro lado suspiro exasperado - Es en serio, Sungho.

Ay Leehan! A ver tienes tiempo para pensarlo, lo que significa que aún tengo tiempo para convencerte. Así que nos vemos luego, adiós.

-Claro que seguirás intentandolo -rió Leehan -adiós, amigo.

Estaba por caer la noche en el momento que llegó a su apartamento, una vez dentro se dispuso a pensar en lo que haría. Ciertamente, él no tenía ganas de ir a la reunión que harían sus ex-compañeros del instituto, no era fan de los reencuentros y no le parecía nada necesario. Sin embargo, por otro lado se encontraba su amigo Sungho que moría de ganas de ir y llevarlo con él.

Lo peor del caso es que, a pesar de su respuesta negativa, Leehan sabía que Sungho se saldría con la suya, siempre hacia eso.

Como si lo hubiese invocado o llamado telepáticamente, llamaron a su puerta.

-Y claro que estas aquí, Sungho.

-Buenas noches a ti también, Leehan -respondió en tono chistoso - Y ¿Qué más querias que hiciera? Me tienes abandonado.

-Eres muy dramático -rió el castaño.

El otro chico entró en la estancia como si de su casa se tratase y se puso cómodo, contradiciendo a su amigo.

-No estoy siendo dramático, estoy siendo realista -enfatizó, lo hacía cada vez que podía.

-Esa frase es tu eslógan -contesto Leehan, sentándose a su lado en el sofá.

-Efectivamente -satisfecho, el pelinegro comentó -Ahora, iremos a esa reunión ¿cierto?

-Sabes cual es mi posición en este asunto.

-Pero yo quiero ir, ¿me dejaras solo?

-Somos adultos, deberías poder estar en un lugar lleno de personas sin sentirte solo.

-Somos adultos, no robots.

El castaño rió una vez más, su amigo era todo un caso.

-Entiendo, Sungho. Pero ¿por qué yo querría reunirme con esas personas? No nos vemos desde hace -hizo una pequeña pausa para contar, la última vez que los había visto fue antes de entrar en la Universidad, a sus 18 años - 4 años, este tipo de reuniones se hacen después de 10 años o algo así.

-Entiendo tu punto -contestó el otro - pero, vamos, los humanos somos seres sociales, ¿sabes? La última vez que salimos o mejor dicho saliste a socializar con un gran grupo de gente fue hace más de un mes.

𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘳 𝘭𝘦𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora