𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘳 𝘭𝘦𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘦

stay

- Estas loco, Kim Leehan - repitió una vez más sungho - Pensé que lo odiabas y de la nada vienes a decirme que pasaron la noche juntos.

-Hyung es que, simplemente me es imposible odiarlo - dijo luciendo muy enamorado - Me dijo que conmigo sería distinto que con sus relaciones pasadas y ayer ni siquiera tuvimos sexo a pesar de que dormimos en la misma cama.

Su jefe tuvo cosas que hacer esa mañana, por lo que antes de atender sus responsabilidades, dejó a Leehan en su apartamento. Allí lo esperaba un expectante Sungho, queriendo saber dónde diablos había estado la noche anterior.

- Wow. Eso si que me sorprende.

Y es que cabe recalcar, que los antiguos ligues de Leehan lo habian llevado a la cama rápidamente, éste se había acostumbrado a aquello comenzando a verlo como algo normal.

- ¡Ves! El es extremadamente lindo conmigo, ya no quiero dudar de él.

- ¿Entonces ya no te parece increíble la rapidez con la que se dió todo? - la pregunta de Sungho lo dejó pensando.

Si, aun le parecía algo extraño que todo se diera con una inesperada rapidez, sin embargo, ahora estaba decidido a ignorar aquello para seguir siendo feliz con lo que tenía.

- Ahora soy yo quien cree en el amor a primera vista, Hyung - contesto con una sonrisa enamorada.

- ¿Quien eres tú y qué hiciste con mi amigo? - pregunto entre risas - Esta bien Leehan, no pretendo bajarte de tu nube de amor. En realidad tenía algo que decirte.

- ¡Yo también tengo algo que decirte sungho! Ve tu primero - le dijo Leehan emocionado.

- ¡Jaehyun me invitó a la semana de la moda en París!

Sin poder ocultar su emoción, ambos se levantaron del sofá y, tomándose de la más manos, empezaron a dar pequeños saltos.

- ¡Yo también iré! ¡Estaremos allí juntos!

Continuaron felices por mucho más tiempo, mientras Sungho le contaba al castaño como es que su relación con Jaehyun se iba volviendo cada vez más estrecha y como ambos iban cayendo por el otro.

- Pero - lo cortó Leehan de la nada - él tiene una hija.

- Y es la niña más dulce del planeta - respondió el otro - Estoy tan loco hannie que no veo a su hija como un impedimento.

- Definitivamente estas loco, pero hace un tiempo tuve la oportunidad de conocer a este tal Jaehyun y parece ser un buen hombre, así que te autorizo a darle tu corazoncito.

- No necesitaba tu autorización, pero gracias igualmente.

Seguido a eso, ambos siguieron su plática y pasaron toda la mañana juntos. Ya les hacía falta estar gran cantidad del tiempo con el otro, sus responsabilidades los tenían tan consumidos que ni siquiera tuvieron tiempo para extrañarse hasta que estuvieron juntos de nuevo.

- Te quiero tanto, hannie - dijo repentinamente Sungho, abrazandole por detrás.

- Y yo a ti, Sunnie.

- ¡Al fin me llamas por un apodo! - y por eso se ganó un abrazo más fuerte.

- No te acostumbres - el castaño sonrió y le devolvió el abrazo.



Ese día, Sungho decidió abandonar el apartamento del otro, ya que ambos debían empacar para irse a Paris. En vista de aquella soledad, ya ajena para Leehan, éste se encontraba algo perdido.

Sin mucho más que hacer, o más bien ignorando lo que realmente debía hacer, se dispuso a ordenar todos sus pensamientos y experiencias hasta el momento, mientras "empacaba" sus cosas para el viaje.