𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘳 𝘭𝘦𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘦

i swear i love u pt. 2

- ¡No imaginas cuantas veces tuve que decirle que no! - reía Nicholas mientras contaba la historia y de fondo estaban las carcajadas de Leehan.

En lugar de contestar algo, el castaño seguía riendo hasta que el aire abandonase sus pulmones.

En los últimos días ambos habían tenido muchos encuentros donde las risas no faltaban, se estaban volviendo a acostumbrar al otro sin tener en cuenta que las vacaciones del menor acabarían pronto y entonces dejarían de verse.

Taesan había tenido ocupaciones que atender por varios días, siempre disculpándose con Leehan por no poder estar con él a lo que éste respondía que no se preocupara.

A pesar de que la estuviera pasando bien, siempre había algo que no permitía que una pequeña opresión abandonase el pecho del castaño y ésto era que, por alguna razón que desconocía, aún no podía decirle a Taesan sobre sus encuentros con su ex.

Pero algo así no podía traerle consecuencias....¿Cierto?

- Me gusta pasar tiempo contigo,  honey - le dijo Nicholas, haciendo que su risa se detuviera.

- A mi... no me disgusta pasar tiempo contigo - responde algo rojo por el apodo.

El otro rió y volvió a hablar.

- Simplemente puedes decir que te gusta, ¿sabes?

- Nop.

Rieron un poco antes de que el taiwanés tomara las manos de Leehan y dijera en un tono un tanto serio:

- Te extrañé mucho en los meses que estuve sin tí.

Incapaz de responder, el menor solo le dió una sonrisa que expresaba algo de incomodidad más que otra cosa. Al ver que Leehan no planeaba decir nada, el pelilargo continuó.

- ¿Por que no lo intentamos nuevamente? Si la vida se encargó de reunirnos otra vez, tomemos la oportunidad que nos da.

El tono de voz que utilizaba era calmado, en contraste con su mirada que parecía implorar que el otro le diera una respuesta positiva.

El agarre de sus manos era fuerte, dando a entender lo mucho que esperaba poder hacer las cosas bien esta vez; era familiar, ya que le brindaba al castaño una calidez que en tiempos pasados pudo haber sido todo el calor que necesitaba en una noche fría.

La cercanía de sus rostros era corta, lo suficiente como para que respiraran el aire del otro y también para hacer íntimo aquel momento tan esperado para un Leehan que ya había quedado atrapado en el pasado pero que, sin embargo, pedía a gritos volver a salir para tomar la oportunidad que tenía en frente.

- Dime que si, por favor - susurró el otro, uniendo sus frentes y colocando un mechón rebelde trás la oreja del otro.

Y Leehan casi se deja llevar por esa calidez, casi se deja llevar por el conocido tacto, casi se deja llevar por aquella cercanía que cada vez se iba haciendo más estrecha.

Estuvieron a nada de unir sus labios, sin embargo antes de que pudiesen hacerlo, el menor tomó al otro por los hombros deteniendo su acción y separándose de él.

- No puedo hacerlo, Nicholas - respondió con algo de nostalgia en sus ojos pero con tono firme.

- ¿Por qué no? - preguntó el otro en medio de su confusion.

Y allí fue cuando Leehan se tomó un pequeño momento para pensar en Taesan, en su linda forma de tratarlo, en sus brazos que ahora le brindaban toda la calidez que necesitaba, en sus labios que se habían vuelto su nueva adicción.