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La semana laboral estaba por acabar y tanto Leehan como Taesan habían Estado teniendo interacciones algo.... Extrañas.

Digamos que, la tensión podía notarse pero el castaño había decidido mantener la distancia para pensar muy bien las cosas antes de hacer algo. Claro, decidió todo esto sin consultar nada con su jefe que se encontraba un tanto confundido aunque no tenía mucho tiempo para pensarlo por todo el ajetreo que conllevaban los últimos preparativos de la fashion week.

Se habían encontrado más de una vez, claro que sí, logrando incomodar a las personas que estaban a su alrededor haciendo "indirectas" un tanto directas cada vez que se les presentaba la oportunidad y claramente ya no les importaba lo que pudieran decir los otros, más bien les daban más de que hablar.

Era como si se provocaran solo con palabras y lo dejaran allí.

- Entonces, lo más probable es que vayas con él y no sólo por su "relación" sino porque eres su asistente. Escuche a algunas personas diciendo que llevaría a yunjin porque esta más acostumbrada, pero yo creo que están equivocados - le decía Riwoo, éste se había vuelto un gran amigo en las últimas semanas al ser el único que se acercaba sin buscar alguna información acerca de él y su jefe.

- Riwoo, es imposible pensar que dejará a Yunjin, igual recuerda que irá un gran grupo de personas.

Según le habían dicho, Taesan todos los años premiaba a los mejores trabajadores de la temporada llevándolos al fashion week. Todos morían por ir y ese jueves sería el día en que al fin revelarían quienes irían, por lo que lo único que se escuchaba por todas partes eran personas dando especulaciones de quienes serían los elegidos, obviamente Leehan era la opción más resaltante en cada plática.

- ¡Es más imposible pensar que te dejará a ti! - le devolvió Riwoo - Ay, ya quisiera yo estar en tu lugar. Tienes que contarme como es Paris y como son los runways y como es absolutamente todo.

Leehan rió, no importa lo que dijera, todos siempre pensarían que el tenía un cupo asegurado y tal vez no estaban tan errados.

- Esta bien - dijo sin más - Pero me gustaría pensar que tú también vendrás.

- Si, si - el tono sarcástico de Riwoo no pasó desapercibido - Soñar no cuesta nada.

Justamente empezó a sonar el teléfono que se encontraba en el escritorio de Leehan recordándoles que deberían estar trabajando en lugar de perder el tiempo hablando.

- Oficinas Fashion Star, ¿En que puedo ayudarle? - pronunció su línea predeterminada.

- Quisiera hablar con un lindo chico llamado Leehan sin tantas formalidades, por favor - escucho la voz de su jefe.

- Señor Han - dijo sorprendido, obviamente se había referido a su jefe de esa manera desde que descubrió lo de las fotos, sabía que a Taesan le "irritaba" que le dijera así, o al menos eso creía el castaño - ¿Que se le ofrece?

Taesan rió antes de continuar.

- Diles a todos que me esperen en el hall, llegare en unos 10 minutos.

- Esta bien, señor Han.

- Si, si, déjalo ya Leehan.

- ¿El qué? - pregunto juguetón.

- Ya te lo diré cuando nos veamos.

Y sin más que decir colgó la llamada.

- ¿Que dice? - preguntó ahora un curioso Riwoo.

- Debemos estar todos en el hall en menos de 10 minutos, eso es lo que quiere ahora.

- Bien, entonces iré allí.

𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘳 𝘭𝘦𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora