maybe not so

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- Aun me aterra - soltó Leehan cuando llegaron al aeropuerto donde esperarían su vuelo.

- Vamos, no es tanto - Sungho le decía animado - Ya sobreviviste una vez.

- No se como lo hice, ahora tengo miedo de nuevo.

Y es que el castaño estaba muy asustado de volver a montarse en un avión, ante esto Taesan solo podia reír, burlándose de su menor.

Estaban a nada de subirse al avión que les llevaría a Paris y Leehan estaba asustado tanto por el vuelo como por ir al lugar.

Aun sentía una pequeña opresión en el pecho con la mera idea de encontrarse con él y también se sentía un poco mal por no contarle a Taesan, pensaba que podría ocurrir algo malo si no lo hacía.

Sobretodo por el hecho de que últimamente su antiguo grupo de estudio de la universidad había estado muy activo por chat, incluyendolo a él obviamente y el mismo se había comunicado personalmente con Sungho, el castaño sabia que él era el siguiente.

- ¿Estas bien, bebé? - pregunto Taesan sacándolo de sus pensamientos

- Claro que si, solo un poco asustado por el vuelo. Eso es todo.

- Tranquilo, pequeño - le tomó la mano para luego proceder a besar el dorso de la misma - Todo estará bien, yo estaré contigo.

- Lo sé - tocó la punta de su nariz tiernamente - Ya no tengo tanto miedo entonces.

Se sonrieron cómplices antes de que se anunciara que su vuelo estaba próximo a salir, por lo que todos se dispusieron a subir al avión.

Una vez dentro, algo se removió en Leehan y no sólo por que el avión despegaría pronto sino también porque el mensaje que no quería que llegará finalmente lo hizo.

¡Hola! Mucho tiempo sin saber de tí
¿Como has estado?

Decidió ignorarlo por obvias razones, no quería pensar en eso ahora. El avión despegó luego, dejándole la mente en blanco al pegarle un gran susto.

Tomó la mano de su mayor con fuerza hasta que tuvieron estabilidad y entonces todos se relajaron.

La niña estaba dormida, por lo que, como un adulto responsable que es, Jaehyun pidió una botella de champagne.

- Estas loco, amigo - le dijo Taesan riendo mientras tomaba la botella.

- Me lo agradeces luego - respondió este ignorando lo que el otro dijo.

Taesan les sirvió a todos y se dispusieron a beber cautelosamente, pues tampoco eran tan irresponsables como para beber hasta perder el conocimiento.

Entre sorbo y sorbo a Leehan se le iba saliendo el miedo del cuerpo ya que, gracias al alcohol, se sentía cada vez más liviano.

- Se ha estado comunicando contigo, ¿cierto? - dijo de repente a Sungho, aprovechando que los otros no les prestaban atención.

- Si, lo ha hecho - respondió simple - ¿Ya te escribió a ti?

- Efectivamente - su tono de voz se escuchaba entre resignado y avergonzado.

- Se había tardado - río y le dio un sorbo a su copa - Supongo que aún no has respondido.

- Supones bien.

Ambos bebieron antes de hablar nuevamente, pensando lo que dirían.

- No le prestes atención - hablo primero Sungho - Estas mejor sin él, además tienes a Taesan.

- Lo sé, pero aún así - Leehan bebió de nuevo - No quiero, no me siento listo para estar cerca de él de nuevo.

- Entonces prepárate, porque creo que si lo veremos.

- ¿Por qué lo dices?

- Se nota que no lees nuestro chat del Grupo de la uni - dijo rodando los ojos - Dijo que trabaja como camarógrafo, estará en la fashion week.

Leehan sintió como su alma dejaba su cuerpo y sabía que se había puesto algo más pálido por la mirada que le dió su amigo, para luego añadir:

- Pero no te preocupes, el ya parece haberlo olvidado, haz lo mismo.

Lo dijo tranquilo muy en contraste con el castaño que sentía que moriría ahí mismo. Sin embargo su mirada se posó en Taesan, su nuevo compañero sentimental y entonces se obligó a no tener miedo o nervios por estar cerca de su ex, total él también había rehecho su vida.

Aterrizaron luego de horas y horas de vuelo más tarde, llegaron a altas horas de la noche por lo que todos estaban algo exhaustos y ya querían irse a dormir

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Aterrizaron luego de horas y horas de vuelo más tarde, llegaron a altas horas de la noche por lo que todos estaban algo exhaustos y ya querían irse a dormir.

Sin embargo, claro, la emoción y curiosidad que sentían al estar en París era mucho más grande así que se tomaron un tiempo para hacer un breve recorrido.

- Tenía tanto tiempo sin venir - dijo Jaehyun feliz de estar de vuelta.

- Cierto, la última vez que vinimos juntos Jiae estaba tan pero tan pequeña - le siguió Taesan - No puedo creer lo rápido que pasa el tiempo.

- No se de lo que hablan pero ¡Esto es muy lindo! - Jiae se encontraba muy alegre de estar en la linda ciudad, nombre que le había puesto con ayuda de Sungho.

- ¡A que si! - igualó su energía el último mencionado y dicho eso se dispusieron a jugar entre ellos.

- Al fin mañana es el último show - Taesan habló luego de un rato - Nos quedaremos aquí más tiempo, ¿cierto?

- ¡Claro que sí! - le respondió Jaehyun - No hay nada mejor que unas pequeñas vacaciones en París, ¿a que si, Leehan? - buscó integrarlo a la conversación.

- Si - dijo corto pero cálido.

- ¿Estas muy cansado, bebé? - se le acercó preocupado su mayor mientras Jaehyun se unía al juego de su hija y Sungho.

- Un poco nada más - tomó la mano que le ofrecía Taesan y apoyo su cabeza en su hombro - Es realmente lindo aquí, gracias por traerme contigo.

- No lo agradezcas, pequeño. No hay de que - dijo mientras posaba su cabeza sobre la del menor.

Se quedaron asi un rato, mirando como la familia jugaba feliz frente a ellos, Taesan imaginando un futuro así al lado de su pareja y Leehan preocupado de no estar en sintonía con sus pensamientos.

El tema con su ex lo tenía peor de lo que pensó y mucho más el saber que debía verlo dentro de poco, le ponía los pelos de punta que sus sentimientos le jugasen una mala pasada y al verlo su corazón se arrugara recordando los momentos a su lado.

- Te quiero, honey.

Honey.

Se paralizó un momento al escuchar el apodo, recordando todos los momentos en los que su antigua pareja le había llamado de esa forma pues así era como le decía de cariño.

Se abstuvo de decirle al mayor que no le llamara de esa forma solo para no levantar ningún tipo de sospechas o preocupacion en el otro, en su lugar simplemente respondió

- Y yo a ti.

Continuaron mirando al horizonte, allí parados en medio de la noche parisina uno junto al otro con sus corazones latiendo al unísono pero sus mentes más separadas de lo que deberían.

𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘳 𝘭𝘦𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora