Capítulo 14 - Un infierno de compañía

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Las pisadas de la princesa resonaban por todo el pasillo. Su mente se desvió mientras bajaba los extensos escalones. A paso lento, sintió una pena repentina por Husk y Ángel.

Su padre había exagerado un poco con la extravagancia en la reformación del Hotel. Su habitación estaba situada hasta la cima, el espacio era muy extenso para acaparar cualquiera de sus gustos, y tenía un hermoso balcón con la mejor vista a la ciudad pentagrama.

Mucho que envidiar, pero al parecer había olvidado el hecho de que no todos podían volar cómo él, y la importancia de las escaleras para conectar su pasillo exclusivo con el resto del inmueble era casi mínima.

Soltó una risa, al menos puso escalones, aproximadamente unos cientos, pero están. La gracia aumentó al recordar el sufrimiento de sus dos huéspedes al cargar a Adam por tanto tiempo.

Los largos escalones conectaban cada piso del Hotel de una forma espiral. Charlie se detuvo al descender unos cuantos pisos, había llegado al más importante para ella, el conmemorativo.

Junto con los demás, rindió homenaje a los compañeros caídos en la batalla contra el cielo. Partes de la elegante ropa de los caníbales forraban las paredes al lado de sus respectivos nombres.

Mientras más caminaba más se le dificultaba avanzar. Los recuerdos de la masacre aún la atormentaban, ver sangre y cuerpos por todas partes le hacían querer llorar. Sin embargo, no fue hasta que se detuvo enfrente de un gigantesco retrato dónde las lágrimas tímidas salieron.

La impotencia que sentía se disparó.

¿Como era posible qué su asesino ahora sería considerado un huésped más?

La charla con su padre no sirvió de mucho para calmarla, sino que hizo el efecto contrario, su padre no actuaba cómo sí.

Ella había visto cómo iba a masacrar sin piedad a ese hombre, sin remordimientos ni freno, y ahora, de un día al otro, pareciera cómo si Adam fuera lo más importante en su vida.

Sacaba conclusiones apresuradas, no quería sentirse así hacía su padre, estos sentimientos tan negativos no la definían, solo... Era más complicado de lo qué pensaba.

-Sir Pentious... Perdóname...

Ante el honorable recuadro, Charlie aprieta los puños de frustración, sus hombros caían lentamente por tanta presión. Este conflicto solo la hizo pensar, ¿qué se supone qué les diga a los demás?

Limpió la humedad de su rostro y continuó su camino, era mejor qué se enterarán de ella, era la responsable del hotel. Agarró suficiente valentía para volver a descender, a mitad de camino reconoció las voces.

Lo primero que vio fue a Husk junto a Ángel conversando con nimiedad mientras tomaban unos cuantos shots de cualquier licor no identificado por ella. Después de todo, se sintió orgullosa de cómo había avanzado su relación, aún recordaba ese amargo episodio con Dust, pero ahora sólo sentía felicidad por ellos.

Pasando desapercibida, llegó al lado de Vaggie, quién no la notó, y era comprensible, estaba en mitad de una batalla a muerte de miradas con Lute. Al parecer la ganadora sería la que tuviera más desprecio en sus ojos, era un encuentro totalmente silencioso pero feroz, aún no sabía su historia, pero el ambiente era demasiado pesado que comenzaba a incomodarla.

Notó una pequeña figura juguetear alrededor de Lute. Niffty aprovechó su inmovilidad para inspeccionar cada parte de ella, era notoria su extraña admiración por su falta de un brazo. La chica solo se centraba en Vaggie, pero no se molestaba en quitarse de encima a la pequeña mucama que podía asesinarla en cualquier momento.

Un amor perdido: Lucifer x AdamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora