Un amor perdido: Lucifer x Adam

Capítulo 1 - Fin e inicio

El cuerpo sin vida se derrumbó frente a él.  La sirvienta de su hija lo había asesinado, tan fácilmente.  Se quedó sin palabras, pero al sentir la tensión solo pudo preguntar algo qué tal vez ayudaría en el ánimo grupal.

-¿Quién quiere hotcakes?-

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Después de reconstruir y mejorar el hotel de su hija, Lucifer se dirigió a ese cráter dónde el cuerpo de Adam yacía inmóvil.  No estaba muy alejado del nuevo inmueble, Lucifer se hacía encargado de limpiar la sangre del cuerpo y dejar unas pequeñas flores al lado suyo.

-Bueno, amigo mío; esa fue una buena batalla.- Suspiró algo cansado.

Después de dejar las flores, se arrodilló mientras observaba detenidamente a su antiguo amigo. Se permitió divagar.

-No sé nisiquiera porque todo ésto terminó así. Ingenuamente creí qué nuestro tiempo en el Edén iba a ser eterno, o al menos lo sería nuestra amistad...-

No conocía mucho sobre los sentimientos, o él cómo expresarlos correctamente. Había pasado años encerrado en su castillo sin ningún contacto con alguien, rodeado de millones de patos, y creando muchos más. Había dejado mucho de lado todo lo sentimental y ahora lo reconocía.

-Perdón amigo mío, no sé qué decir, solo lamento qué haya terminado de esta forma, supongo qué ambos nos dejamos llevar mucho.- sus ojos se sentían húmedos, pero no cayó ni una lágrima, se sentía, seco.

Mientras observaba el horizonte, sintió una gran vibración dentro de él ; era Charlie, lo estaba buscando.

-Creo que es hora de irme, pero no te preocupes Adam; te visitaré lo más pronto posible, aún te debo un entierro digno.- Se enderezó y extendió sus bellas alas dando camino nuevamente al hotel.

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Su cara se comenzaba a sentir húmeda. El sentir las gotas de lluvia lo desconcertaba. No debería de ser así.

-¡Joder! ¿Qué mierda pasó? ¡¿Por qué carajo estoy en un pozo con flores?!-

Adam recordaba poco a poco lo sucedido, inmediatamente cuándo pudo pararse, buscó angustiantemete por su pecho... No había nada, ningún indicio de apuñalamiento.

-Jodida niña psicópata, ¡esa perra me acuchilló por la espalda! qué injusto.-

Cuándo su vista se esclareció pudo analizar mejor su entorno. Su cabeza dolía a montones, tenía visiones del estúpido de Lucifer dándole una buena paliza.

-Ese idiota bastardo, me las pagará- apretó sus dientes en ira.

Después de su acuchillamiento todo se volvió negro. No recuerda nada de ese momento, pero a su mente venían fragmentos de memoria auditiva.

"No te preocupes Adam; te visitaré lo más pronto posible, aún te debo un entierro digno."

-Ese maldito... - Su corazón sentía aún más ira. -¡Jamás te daré el lujo de enterrarme! ¡Cabrón de mierda!-

Agarró las flores y las aplastó con toda su poca fuerza suponiendo que eran del mismo demonio. Además de burlarse de él, le mintió descaradamente sobre volver, inevitablemente tuvo un agrio deja vu.

-Bastardo mentiroso... jamás vuelves.-

Quitando toda esa estúpida amargura y recobrando completamente la consciencia.

-Espera, ¿dónde mierda estoy?-

Volteando a su alrededor percibió un deslumbrante hotel a unos pocos kilómetros de él.

-Genial, ahora lo hicieron el doble de ridículo.- se aguantó una carcajada pensando en el fracaso qué seguiría siendo.

Mirando las grandes letras pudo observar una silueta delgada y pequeña pero con grandes alas dirigiéndose a él.

-¡Mierda!-

Tan rápido cómo le fue posible corrió en dirección opuesta. No sentía sus alas ni su aureola, su ropa seguía siendo la misma pero estaba muy desgarrada. Se arrepintió de usar túnica, le impedía correr correctamente.

Se sintió angustiado por la ausencia de sus símbolos angelicales pero su pánico de qué Lucifer lo descubriera era mucho mayor.

No tenía ni idea de a donde se dirigía, pero afortunadamente era un bosque, Lucifer no podría encontrarlo por los grandes árboles. Lo malo era qué estaba oscureciendo muchísimo y su vista se perdía, pero siguió corriendo sin fin, no quería verlo si no era para pelear, y ahora mismo sabía que no podría vencerlo.

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-Amigo mío! Mil disculpas por la tardanza, Charlie me nece- sus palabras cayeron igual que su expresión.

¡Adam no estaba! Y sus flores estaban hechas mierda, sin ningún rastro.

-...- sintió un vacío en su corazón.

-¡Malditos pecadores cabrones! ¿¡Quién se llevó su cuerpo!? - Gritó tan fuerte que llamas infernales salían de sus labios y sus cuernos salieron a la luz momentáneamente.

Lo único que pensó fue que alguien se lo había llevado para traficar partes de su cuerpo angelical, qué era muy codiciado en el mercado.

La furia y angustia lo llenó. Extendió sus alas y se dirigió al hotel para pedirles ayuda a sus nuevos amigos. Sabía que podía buscarlo él solo pero la ciudad pentagrama no era tan pequeña, no podía arriesgarse a tardar mucho en la búsqueda antes de qué sea tarde.