Seductions |KookJin +18 LIBRO #2

Capítulo 19: Cotidianidad y fuego

100 comentarios y nos leemos pasado mañana

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"Guerra que no cesa incluso si me había olvidado de ella"

La oscuridad le da tranquilidad, le permite pensar y lo deja en paz. Es cuando está completamente solo con él mismo y puede escuchar sus ideas de mejor manera, se permite relajarse de tal manera que a veces se queda dormido. Solo que dormir quita tiempo que puede ser usado de otras maneras, justo ahora hay algo en su cabeza que no deja de hacer ruido. Le pone los nervios de punta y hasta le hace querer tocarlo y ahorcarlo por traidor.

Bebe un poco del café de su taza, debería moverse pues tiene muchas cosas por hacer. Pero disfruta del silencio que le aviva la imaginación, es solo por pensarlo un poco más.

Kim SeokJin. Quiso usarlo primeramente para obtener una alianza poderosa, pero ahora le resulta bastante cómico el hecho de que ansía tenerlo para sí, tocarlo, besarlo e incluso tenerlo desnudo como quisiera, pero no puede. Culpa de Jeon Jungkook, ese maldito que lo acaparó para sí, aunque SeokJin le diga que está de su lado...

Doyun sonríe, es un mentiroso, y manipulador también. No sabe realmente a qué juega SeokJin, pero hay consecuencias de por medio, su aparición en aquella fiesta y la manera en que declaró la guerra a las mafias, puso a su gente nerviosa, su Clan da por seguro que tienen a Kim SeokJin de su lado, lo admiran por sobrevivir al Diablo de la Élite, por regresar a la Escala Real, por rescatar a Kim Taehyung de los Kang y por haber matado al Davies mayor en su territorio sin miedo.

Saben que en el lado que esté, Jin puede jugar bien sus cartas. Las mafias menores comienzan a temerle y las mafillas de Jeon lo quieren lejos, mientras que las mafillas suyas lo admiran. La gente de SeokJin lo siguen ciegamente, sin contar que tiene a los apellidos, Park, Jung, Kim Rama Real, y la familia de mayor inteligencia Kim, de su lado como se le dé la puta gana.

Debe arrancarle las alas antes que comience a volar fuera de su lado.

Se pone de pie acomodando su camiseta ajustada y se encamina hasta donde escucha los jadeos, prende la luz del cuarto y ve las sábanas llenas de sangre, vomito y demás fluidos.

El chico es castaño, cuerpo blanquecino pero lamentablemente no tiene ojos grises, no siempre los puede conseguir así.

—Te quejas mucho, bonito castaño. Justamente por eso me recuerdas a él.

El chico está encadenado tan fuerte que siente que perdió ambas manos. Lleva cortes por todo el cuerpo y faltante de piel en su espalda. El rubio desquiciado le dijo que debía simular que llevaba alas.

—Por... por favor... ayuda —pide como puede sin dejar de llorar, fue violado tantas veces. Siente que no aguanta más.

—¿Pero no quieres ver a tu familia? Ellos deben extrañarte mucho —Doyun no tiene la menor idea de quién es la familia del castaño— Lamento que nos hayamos conocido en esta situación tan desfavorable.

—Déjame ir... —súplica. Él solo estaba yendo a la universidad de su ciudad cuando fue secuestrado.

—Pero si te dejo ir, extrañaré a mi Jezabel... —Doyun se movió hasta un mueble enorme donde el chirrido de la madera era tenebroso, de allí sacó un cuadro donde las acuarelas revelaban un rostro—, mira... este es el maldito traidor al que extraño. ¿Sabes que está haciendo ahora?

El chico solloza asustado sin entender, sin comprender por qué le están haciendo esto, si él nunca en su vida vio a esas personas.

—Yo... yo no sé... —es todo lo que pudo decir.