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Eran poco más de las seis de la mañana, Karla se revolvió entre las sábanas sentía un poco de frío mañanero bostezo estirandose aun sin abrir sus ojos. No se escuchaba nada todo estaba en completa calma el olor a sal marina se colaba por la ventana le gustaba ese olor.

Abrió los ojos con lentitud notando enseguida que había alguien en la habitación, parado justo en la entrada oculto entre la sombra de la pared donde no llegaba la claridad del día, la persona estaba comiendo una fruta olía así.

Asustada se sentó con rapidez se mantuvo en la cama mirando hacia la persona, de pronto comenzó a salir entre la oscuridad trago fuerte, pero al reconocer quien era se relajo saltando de la cama enseguida.

Sin dudarlo salto aferrandose aquel cuerpo, era la mujer blanca como ella la llamaba, Lauren había llegado durante la madrugada sin hacer ruido, enseguida se besaron con pasión, la chiquilla se sentía tan feliz de por fin tener a la ojiverde junto a ella.

Sin cruzar palabras llegaron a la cama, la pirata de forma salvaje le rompió la ropa dejándola desnuda en segundos. La muchacha noto un olor a alcohol fuerte y algo a sudor era comprensible venía de tantos días de andar navegando, pasando días sin bañarse y con un montón de borrachos en ese barco.

A pesar del olor y de su boca con sabor a alcohol no tuvo problema en excitarse y hacerlo como salvajes no fue un orgasmo fueron tres los que sintió, para cuando acabaron se dio cuenta de que el sol estaba muy visible, los pájaros cantaban con fuerza, y se podía escuchar una que otra voz por ahí que indicaban qué ya iban despertando los del pueblo.

Lauren subio su pantalón que lo había tenido hasta las rodillas, abrocho su camisa y salió de la habitación sin siquiera mirarla o darle un beso de despedida.

Suspiro sintiéndose húmeda entre las piernas, con el cuerpo empapado en sudor y con el olor de Lauren en ella, no era agradable el aroma justo ahora pero eso no le importo con una leve sonrisa se quedo dormida una vez más.

*

Karla salió de su habitación luego de darse un baño de unos cuantos minutos estaba irremediablemente feliz. Camino hacia la cocina a ver que comía su estómago sonaba del hambre que tenía, se encontró a Greta tarareando una canción mientras meneaba algo en la olla qué estaba en el fogón, Lauren completamente limpia y vistiendo otra ropa estaba de pie mirando por la ventana que daba hacia el pueblo comiéndose una banana.

Creg:_ ¡¡¡Karlaaaa!!! -.

El muchacho apareció animado, Greta y Lauren voltearon enseguida mirando la interacción entre ambos, la ojos grises sonreía feliz ella quería que su sobrina uniera lazos con ese muchacho, por otro lado la ojiverde sonreía de forma maliciosa y burlona, pues hace rato que esa muchacha era suya.

Creg abrazo con fuerza a Camila esta le correspondió de manera incómoda, la alegría con que había aparecido a la cocina había desparecido, el muchacho le molestaba, le había dicho reiteradas veces que no estaba interesada en él.

Karla:_ Hola Creg -. Murmuró apenas audible.

El muchacho noto el bajo animo en ella al saludarlo, se separó rascándose el cuello apenado sabía que Greta y Lauren lo estaban mirando.

Creg:_ Podemos ir por el desayuno... Yo invito -. Dijo el muchacho.

Karla:_ Ehh... No, Creg gracias pero voy a comer aquí con mi tía y Lauren -.

Creg no dijo nada más miro a las adultos un momento y salió de la cocina, Lauren reía en silencio se volteo a mirar por la ventana de nuevo. Se sentía tan feliz de estar en tierra firme de nuevo, su pierna no aguantaba más, al bañarse Greta le curó el muñon qué estaba rojizo y parecía querer infectarse

Amor Y Crueldad. (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora