Capítulo 18: De nuevo en casa

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Me desperté en la enfermería de la Finca Mariposa

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Me desperté en la enfermería de la Finca Mariposa... otra vez. Comenzaba a cansarme eso de andar desmayándome y despertando constantemente en lugares aleatorios.

Tomé asiento en la camilla en la que había estado acostada y noté que aún llevaba mi traje de cazadora puesto. Estaba sola, ni siquiera Aoi se encontraba ahí. Estiré mis brazos y me paré; pensaba salir de la enfermería, pero justo en ese momento entró Shinobu. Su rostro se iluminó al verme.

-_____. -Se acercó a mí-. Despertaste pronto, solo han pasado un par de horas desde que te trajeron. Sorprendentemente conseguiste salir de una misión tan complicada sin ningún rasguño, así que asumí que solo estabas cansada.

-No me involucré mucho en la pelea -respondí-. ¿Cómo están los demás?

-Ellos salieron ilesos también -dijo Shinobu y colocó un dedo en su mentón, pensativa-. Aún no logro entender cómo salieron todos ilesos de un encuentro con una luna superior. Ni siquiera Ash me supo explicar la causa.

Suspiré. Sabía que tarde o temprano tendría que responder preguntas acerca de eso.

-Fui yo. -Solté y Shinobu me miró confundida.

-¿Fuiste tú?

-No tengo idea de cómo lo hice -continué, reviviendo en mi mente aquel momento-. A Ash le habían cortado un brazo. Eso me hizo enloquecer, dejé de ser consciente de mis actos... Si no hubiese sido por Kyōjurō, habría cometido un error; un muy grave error. Entonces, ya que la luna superior no atacaba mujeres, lo usé a mi favor. Por alguna razón mis recuerdos se vuelven cada vez más borrosos cuando pienso en ello... pero de la nada, ese deseo de proteger a mi hermano me hizo actuar de manera inconsciente. En el acto creé una variante de la respiración de la glicina: la glicina blanca.

-¿Glicinas blancas? -murmuró Shinobu.

Asentí.

-No tengo ni la más remota idea de si existen o no -confesé-. Quiero decir... ¡todo pasó demasiado rápido! De la nada estaba regenerando a todos los que yo deseaba regenerar. El brazo de Ash creció, las heridas de Rengoku y de Tanjiro se curaron... No les quedaba un solo rasguño.

Shinobu se veía muy sorprendida y a la vez muy interesada en lo que le estaba contando.

-_____ -habló Shinobu con el rostro serio-, si lográramos comprobar que lo que me estás diciendo es verdad, ¿tienes alguna idea de lo importantísimo que sería ese poder tuyo para los cazadores de demonios? -Me quedé callada-. Yo he tenido conocimientos médicos desde que era una niña y puedo dar una atención médica eficiente, no obstante, de nada sirve cuando se está en combate.

»Desde hace siglos, los cazadores de demonios han hecho todo lo que ha estado en sus manos para igualar la fuerza de los demonios. Pero, a fin de cuentas, siguen siendo humanos. Si pierden una extremidad, la pierden para siempre.

Isekai 異世界 (Tomioka Giyuu y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora