Es capaz de perder su vida por un acto de amor...
La calidez de la cama y el abrazo de Zhongli enternecían el alma de Ajax, una vida tranquila repleta de viajes y tardes de té, un escritor y él se convertiría en el protagonista de sus libros y fantasías.O
Una vida llena de aquel amor que expuso sus demonios, que provocó en él un deseo insaciable de protegerlo, de ser el monstruo que siempre se encontró en la penumbra y ahora se observa bajo la luz del sol, sin necesidad de ocultarse pues ha sido domesticado.
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Ajax y Zhongli empacaron sus maletas, las últimas cosas que quedaban en la habitación las recogieron y salieron del hotel, era tiempo de volver a Osko.
A pesar de que la noche calmó las dudas que carcomían sus mentes, entre los dos ahora existe un enorme abismo desconocido.
El viaje fue silencioso, no lo suficiente para volverse incómodo, pero si lo necesario para entender que no poseen un mañana más allá del tiempo.
Se detuvieron en Terma para comprar, Zhongli bajó a la tienda de conveniencia pero Ajax se quedó afuera fumando, notó caminando cerca de la tienda una mujer conocida, o que al menos alguna vez había visto su foto en los archivos de su trabajo, Peruere.
Ella no tardó demasiado en reconocerlo y se acercó a él.
— ¿Qué te trae por Terma, Nobile? — con una mirada intimidante que mostraba que no eran muy buenos amigos, pero tampoco enemigos.
— Lo mismo te pregunto, Arlecchino.
— Hace un tiempo Irina desapareció sin ninguna huella de su paradero, extrañamente nadie supo nada, luego de unos días alguien mencionó que habían visto una mujer muy parecida a ella en esta ciudad, he estado investigando por mi cuenta pero parece que la tierra se la ha tragado o todos los testigos parecen haber sido despojados de sus lenguas. — Arlecchino mostró su lengua y con su mano derecha le hizo un gesto de tijeras a Ajax.
— ¿Irina? ¿Qué tienes tú que ver con ella? ¿Acaso ahora trabajas para Dottore y Pantalone? — su voz destilaba el desprecio que sentía por los dos mencionados.
— Irina era de mi casa, a diferencia de todas las demás "hijas" de Dottore, ella fue acogida por mi cuando llegó a Fontaine, más que una hija de Dottore, era una hija para mi también.
Ajax disimuló su sorpresa, desconocía ese minúsculo dato.
— Espero la encuentres. — fingiendo sinceridad.
— Espero hacerlo, no me gustaría que terminara como las demás.
— ¿A quiénes te refieres? — arrugando el ceño.
— Parece que has desaparecido mucho tiempo de "la familia", niño.
— No tengo interés en volver a trabajar con Dottore, mucho menos con Pantalone, los fatuis ya no me interesan.
— ¿Sigues protegiendo a Scaramouche? ¿Aún no descubren que fuiste tú quien asesinó al subordinado, entre comillas hijo de Dottore? — había cinismo en sus palabras, burlescas y frías.
— Eso no es de tu incumbencia Arlecchino, puedes correr y decírselo si quieres, de la misma forma que podría decirle a Pierro que tú entorpeces sus negocios en venganza por Columbina, no somos tan distintos, tampoco nuestros secretos son tan desiguales, has matado por ella y yo por él, estamos hechos del mismo material, con distinta forma nada más.
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Ginger boy
RomanceY los dos fuimos las personas correctas en los momentos más equivocados. Víctimas del mismo amor, del mismo hombre.