Ginger boy

Elige

On our drugs and our love..
And our dreams and our rage..
Blurring the lines between real and the fake..

Esa mañana había empezado muy temprano, Scara se preparó para ir a la universidad sin despertar a Ajax, preparó un desayuno ligero para ahorrar tiempo, dejó preparado café por si en algún momento del día Ajax deseaba tomar, guardó fruta picada en un contenedor de forma cuadrada para comer en su tiempo libre, tomó su botella de agua del refrigerador, tomó las llaves de la entrada junto a las de su auto y salió.

El clima era bastante cálido para la mañana, podías respirar sin hacer arder tu nariz, sin bufanda y con ropa de tela delgada.

Scara disfrutaba las temporadas de verano y primavera en Snezhnaya, el clima más cálido con algunas brisas frescas o lluvias esporádicas.

Se estacionó en el espacio reservado para su auto y bajó con su bolso, estaba a punto de rodear el auto y poner el seguro cuando alguien le golpeó por la espalda, no tuvo tiempo de ver la cara de quién le había golpeado pues cayó al suelo, no completamente inconsciente pero si aturdido, el hombre que lo golpeó lo subió a su propio auto, le amarró las manos con cinta adhesiva y lo amordazó para tirarlo en el asiento trasero y arrancó de prisa.

El golpe lo había dejado completamente inutilizado, no conseguía levantarse, ni siquiera intentar quitarse el amarre de sus manos, apenas podía mantener su ojos entreabiertos y su mirada nublada.

Luego de varios minutos que no supo calcular, el hombre se estacionó sin cuidado alguno y bajó, lo sacó del asiento trasero para cargarlo como un saco sobre su hombro, las luces y ventanales de esa casa los conocía, era la casa de Ivan.

El hombre que lo cargaba lo acomodó en una silla de comedor y le amarró los pies y manos a la silla y le retiró la mordaza, Scara todavía no lograba dilucidar bien.

Los pasos de unas zapatillas se escucharon tras de él, Scara sabía que nada de lo que sucediera a partir de ese momento podía ser bueno, todo iría en declive.

— Scaramouche Raiden. — una voz grave de un hombre mayor se escuchó muy cerca de la espalda de Scara. — Veo que te has pasado muy bien esa estadía con el niño de los fatuis. — su voz estaba llena de ironía y sarcasmo por igual.

— ¿Quién eres? — adolorido y con sus ojos aún apretados por la molestia en su nuca.

— Dottore ¿te suena de algún lado? — acercándose a la oreja de Scara, su aliento chocó contra la piel de su oreja.

— Mancini. — respondió Scara sintiendo el asco de pronunciar ese apellido.

— Así es, Graziano Mancini, padre de tu ex novio, el que Ajax asesinó, segundo más importante de los fatuis y también alguna vez jefe de tu noviecito.

Scara se erizó por completo al escuchar las palabras del hombre, el momento de ser descubiertos en complicidad pir la muerte de Ivan había llegado y junto a el algunas verdades que desconocía, Scara tragó saliva buscando la forma correcta de hablar con el asqueroso padre de Ivan.

— No te tomes la molestia de negarlo, si me he tardado de más en ajustar cuentas con Ajax es porque Ivan no me interesaba en absoluto, su muerte es un hecho sin importancia.