Ajax entró al supermercado para comprar las cosas que necesitaría en su viaje a Terma, agregó algunas cosas de más, mientras empujaba el carrito y añadía cosas dentro de el su cabeza se llenaba de ideas, las verdaderas intenciones con Zhongli, su ego y su afición por sentir la adrenalina recorrerle pero junto a esas ideas una extraña sensación, la misma que se percibe estando acorralado.
Terminó sus compras, las acomodó en el asiento trasero junto a su maleta y arrancó su camioneta para ir a la casa de Zhongli, se aparcó fuera y le llamó por teléfono, Zhongli no respondió la llamada, abrió la puerta para que Ajax supiera que saldría, el mayor tomó su bolso y cerró la puerta con llave, se dirigió al auto donde Ajax lo esperaba de pie.
— Buenos días Tartaglia. — le saludó amablemente con una ligera sonrisa.
— Buenos días Li.
Zhongli le miró de reojo mientras metía el bolso en el asiento trasero de la camioneta, no respondió.
Ajax cerró la puerta trasera y abrió la puerta del copiloto para que Zhongli entrara, el hombre se acomodó en el asiento y Ajax cerró, rodeó la camioneta y llegó a su puerta, se metió en el asiento, colocó su cinturón y encendió el vehículo para salir.
— ¿Qué tal la pasaste estos días sin mi visita? — la pregunta poseía un tono pícaro y juguetón.
— ¿Quieres saber si me hiciste falta? — conocía el juego de su acompañante.
— Quizás, eso alimentaría mi ego.
— Sí, te extrañé.
Tartaglia sonrió satisfecho de la respuesta de Zhongli.
La nieve empezó a llenar su camino y el clima semi cálido de la capital en primavera se desvanecía, el frío de Terma se empezaba a presentar.
— ¿Dónde quieres ir primero? — preguntó Zhongli.
— Cualquier lugar estaría bien, me gustaría comer algo caliente.
— Iremos a una de las cafeterías en Terma entonces, hay una bastante buena.
Continuaron su camino hasta llegar a la entrada de Terma, Ajax se desvío del camino principal y continuó por una calle alterna hasta llegar al final de la misma que era un tope, se estacionó al lado derecho detrás de otros autos y ambos bajaron, en el final de la calle un rótulo luminoso mostraba el nombre de "Lutece Café", algunas decoraciones en el exterior que estaban cubiertas de nieve, de una estética rústica y amaderada.
Los dos caminaron para entrar al lugar, la calefacción encendida, luces cálidas en el interior, mesas de madera con tallados hermosos, fueron hasta el fondo donde estaba una mesa libre y se sentaron.
— Es una pequeña sucursal de un famoso café de Fontaine, el dueño es un hijo del dueño del café original, su diseño es diferente al de Fontaine.
— Están bastante alejados del centro si.
— Y no importa tampoco, siempre que vengo está lleno, a pesar de que está alejado de la vía principal, la calidad compensa el viaje.
La mesera les mostró el menú y se retiró para que decidieran, luego de unos minutos de meditar la mesera regresó, tomó su orden y se llevó los menús.
— Podemos alojarnos aquí si quieres, en la estación de ski o en algún hotel del centro.
— Quiero ir a la cabaña contigo, me agrada Terma pero prefiero un lugar donde estemos completamente solos.
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Ginger boy
Roman d'amourY los dos fuimos las personas correctas en los momentos más equivocados. Víctimas del mismo amor, del mismo hombre.