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59. 2016: Juntos de nuevo. Las batallas. Y si lo intentamos otra vez. (parte 2)

En el capítulo anterior............

Malú

Son las 19:30, he quedado con Pablo en su casa en una hora y estoy que me subo por las paredes. De repente me han entrado las dudas y ya no sé que hacer. Y si cuando le diga que voy a dejar de ver a Gonzalo porque solo quiero estar con él no le parece bien? y si prefiere que sigamos viéndonos de la misma forma, solo de vez en cuando, tampoco sé que relación tiene ahora mismo con Laura, no hablamos de esas cosas, así lo acordamos, pero pienso que si estuvieran viviendo juntos no me hubiera invitado a su casa, o eso pienso.

Respiro profundamente y cierro los ojos, intento relajarme y disfrutar de la maravillosa sensación del agua caliente que envuelve todo mi cuerpo, consigo relajarme por unos minutos. Cuando empiezo a notar que el agua pierde la temperatura salgo y me cubro con mi albornoz. Aprovecho para depilarme y arreglo y seco mi pelo.

Tras decidirme finalmente por un vestido y unos tacones agarro las llaves de mi coche y salgo en dirección a su casa. Pongo la música bien alta y empiezo a cantar. No quiero darle más vueltas, que sea lo que tenga que ser, debo estar preparada y aceptar lo que el destino tenga preparado ahora para nosotros.

Continuará...............................................

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20:25 Casa de Pablo

Malú me ha mandado un mensaje hace 10 minutos para decirme que ya estaba de camino, así que tiene que estar a punto de llegar. Tengo lista la mesa con unas velas para iluminar el salón, he dejado la cena en la cocina por si hay que calentarla un poquito, hace media hora que me la trajeron los del catering. Espero que le guste lo que he comprado, son sus platos favoritos. He comprado un par de botellas de su vino tinto preferido, profiteroles para el postre y una buena botella de cava está enfriándose con hielo. 

También he echo una playlist con canciones lentas que sé que le encantan para escucharlas de fondo mientras cenamos. 

A las 20:01h suena el telefonillo de casa. Es ella. Voy rápido hacia el garaje y le abro la puerta para que pueda entrar su coche. 

La espero a la entrada de casa. La veo bajar de su coche, camina hacia mi sonriéndome, está preciosa, como siempre, incluso diría que más que esta mañana. No sé que hace esta mujer porque cada día que pasa está más guapa. 

Se me van los ojos recorriendo su cuerpo, lleva un vestido de color verde oscuro que solo le cubre un hombro dejando el otro descubierto, le marca perfectamente los pechos y las caderas y le llega por encima de la rodilla. El primer pensamiento que me viene es las ganas que tengo de arrancárselo cuanto antes y hacerla mía esta noche, pero eso tendrá que esperar. Antes quiero que se sienta como la princesa que es, que sepa cuánto la quiero, cuánto la extraño cuando no estoy junto a ella, cuánto necesito sus besos y sus caricias y cuanto me gustaría a veces que nuestras vidas fueran diferentes, que fuéramos dos personas corrientes y pudiéramos pasear nuestro amor de la mano, en cualquier parte, lejos de miradas, de focos y de cámaras....

Pero somos quienes somos, para bien y para mal, no podemos cambiarlo. Pero si podemos intentarlo una vez más, eso es lo que quiero pedirle esta noche. Otra oportunidad para ambos.

Malú

Cuando bajo de mi coche y levanto la mirada le veo apoyado en la puerta, con una sonrisa radiante, desde aquí puedo ver el brillo de sus ojos. Está guapísimo, lleva un traje que le sienta genial, los tres botones de su camisa están abiertos y me muero por lanzarme a su cuello.