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60. 2016: Juntos de nuevo. Las Batallas. Y si lo intentamos otra vez (Parte 3)

En el capítulo anterior....................................

Pablo

Tengo que pedirle que me lo repita porque no quiero que mis oídos me hayan jugado una mala pasada escuchando lo que querían oir.

P: - Puedes repetirlo Lula?-

M: - Si, cariño, quiero estar contigo, solo contigo........-

Luego se queda en silencio unos segundos, mirándome fijamente, se acerca más a mi para que pueda escucharla mejor y lo que me dice después provoca que mi pecho se encoja de emoción y alegría infinita.

M: - Yo también lo he dejado con Gonzalo.-

Ahora soy yo el que no puede contener las lágrimas, lloro como un niño, si es un sueño no quiero despertar, quiero quedarme en este momento, abrazándola, sabiendo que ella también quiere intentarlo. Sabiendo que vamos a darnos otra oportunidad, dando gracias a la vida por haberme dado la valentía para hablar con ella hoy, sin miedos. Dándole gracias a la vida por darme la oportunidad de hacerla feliz de nuevo.

Continuará.............................................................................

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Malú

Abro los ojos lentamente, no recuerdo en que momento me quedé dormida, pero enseguida sonrío al sentir los brazos de Pablo rodeándome y su cabeza descansando encima de mi pecho, Miro el reloj, son las 2:00 de la madrugada. Llevo mi mano a su mejilla y le acaricio despacio. Respira tranquilo, sus brazos me rodean completamente y su pierna descansa entre las mías. Los dos estamos completamente vestidos y tapados por la sábana a media cintura.

Recuerdo que se quedó dormido hace un rato, en mis brazos, mientras acariciaba su pelo y calmaba su llanto. Recuerdo que nos tapé con la sábana y lo abracé con fuerza lo más pegado a mi cuerpo que pude. Y debí quedarme dormida también.

La expresión de su cara es tan tierna, una sonrisa se dibuja en su cara, sus párpados están completamente relajados y respira despacio soltando el aire ligeramente por sus labios en suspiros. Todo su cuerpo está relajado pero en cambio, sus manos se aferran a mi espalda como si quisiera evitar que pudiera escaparme de él. 

No puedo dejar de mirarlo, se le ve feliz. Recuerdo la expresión de su cara cuando le he dicho que lo había dejado con Gonzalo y que solo quería estar con él. Se le han iluminado los ojos como a un niño que le dan una bolsa llena de dulces.

Llevo mi mano a su pelo y le acaricio despacio. Ojalá pudiéramos estar siempre así, creo que sería feliz viviendo este momento eternamente. Sintiéndome protegida y amada por él, apartados del resto del mundo, ajenos a todo, libres de todo...

Como si pudiera escuchar mis pensamientos le noto moverse muy ligeramente y empieza a abrir sus ojos lentamente. Nuestras miradas se encuentran y sonreímos.

P: - Hola preciosa. No recuerdo haberme dormido - 

Dice mientras me aprieta más contra su cuerpo y sube hasta apoyar su cabeza en la almohada a mi lado. Yo me giro para estar enfrentados, nuestras caras bien cerquita la una de la otra.

M: - Te quedaste dormido tan a gusto en mi pecho que no quise despertarte y en algún momento yo también me dormí.-

P: - Qué hora es?-

M: - Las 2:00h, es temprano.. -

P: - Que maravilla, tengo la sensación que dormí mucho más. Y en cambio aún tengo toda la madrugada para estar contigo, aquí en la cama. -