Chiara observó a Violeta mientras esta se quejaba con una mano sobre la cabeza, claramente sintiendo los estragos de la noche anterior. Decidió actuar de inmediato para ayudar a su pareja a sentirse mejor.
"Vio, espera aquí un momento. Voy a prepararte algo para el desayuno", dijo Chiara con ternura, colocando una mano sobre el hombro de Violeta antes de dirigirse a la cocina.
Después de unos minutos, regresó con un plato lleno de frutas frescas, tostadas con aguacate y huevos revueltos, desayuno casero. Además, le entregó un vaso de agua y un ibuprofeno para aliviar su dolor de cabeza.
"Espero que esto te haga sentir mejor, Vivi", dijo Chiara con una sonrisa suave mientras colocaba el desayuno frente a Violeta.
Violeta miró a Chiara agradecida, sintiéndose conmovida por el gesto de cuidado y amor de su guiri. "Gracias, Kiki. Eres increíble", dijo con una sonrisa débil, antes de empezar a comer el delicioso desayuno que Chiara le había preparado.
Con la resaca disipada y el ánimo renovado, Violeta se preparó emocionada para su cita con sus amigas para el brunch. Chiara, siempre dispuesta a apoyarla, se unió a ella en la elección de los atuendos, decidiendo crear conjuntos a juego para la ocasión.
Después de revisar sus armarios, encontraron la combinación perfecta: unos pantalones vaqueros anchos y una camisa de botones blancas con pequeños detalles en ella, resaltando sus ojos. Complementaron el outfit con zapatillas blancas y un par de accesorios como un collar de cerezas.
Una vez vestidas, se miraron la una a la otra con una sonrisa, complacidas con el resultado. "Creo que vamos bien ¿no crees?" comentó Chiara ajustando el cuello de su camisa matando a Violeta con ese gesto.
Sin poder resistirse más, Violeta tomó suavemente el rostro de Chiara entre sus manos, atrayéndola hacia sí con un beso apasionado y lleno de intensidad. Sus labios se encontraron en un torbellino de emociones, explorando el calor y la conexión que compartían.
El beso comenzó suave y tierno, pero rápidamente se volvió ardiente y desenfrenado, como si el mundo se desvaneciera a su alrededor y solo existieran ellas dos en ese momento. Se perdieron en la pasión del momento, entregándose por completo.
Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones entrecortadas y sus labios hinchados eran testigos del fervor del momento. Se miraron a los ojos con complicidad, compartiendo un instante de silenciosa complicidad antes de salir.
Violeta se despidió de Chiara con un suave beso en los labios antes de dirigirse hacia la mesa donde se encontraban sus amigas asegurándose de que no las hubieran visto. Por otro lado, Chiara se unió a Ruslana y Denna en otra mesa cercana, consciente de la necesidad de mantener distancia para evitar levantar sospechas entre las amigas de Violeta.
Una vez sentadas en sus respectivas mesas, Violeta y Chiara intercambiaron miradas furtivas llenas de complicidad. A pesar de estar separadas físicamente, su vínculo emocional seguía intacto, brindándoles consuelo y fuerza en medio de la situación incómoda.
Entre risas y susurros emocionados, las chica de la mesa de Violeta no pudieron evitar notar la presencia de Chiara en la cafetería con Ruslana y Denna. La emoción se apoderó del grupo mientras comenzaban a comentar sobre lo hermosa que se veía Chiara en persona, comparando su belleza con las fotos y videos que habían visto de ella.
"¿Chicas, qué creen que deberíamos hacer? Chiara esta justo ahí" Dijo Marina emocionada.
"Sí, es una oportunidad increíble. Podríamos acercarnos y decirle cuánto nos encanta su música." Sugirió Lucía.
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Destinadas a conocernos - KIVI
RomanceVioleta Hódar vive en Barcelona, una ciudad vibrante que no ha logrado iluminar su vida sombría. Después de una relación que la dejó marcada, tanto física como psicológicamente, Violeta se encuentra atrapada en un ciclo de dolor y aislamiento. Lejos...