Destinadas a conocernos - KIVI

23. Destino a Granada

La luz del amanecer se filtraba suavemente a través de las cortinas entreabiertas, pintando la habitación con tonos cálidos y dorados. Chiara y Violeta yacían juntas en la cama, envueltas en la quietud reconfortante de la mañana.

Violeta se despertó lentamente, sintiendo el suave roce de la mano de Chiara sobre su piel. Abrió los ojos con una sonrisa adormilada, encontrando la mirada amorosa de Chiara que la observaba con cariño.

"Buenos días, hermosa" saludó Chiara, su voz suave y melodiosa como una canción de cuna.

Violeta respondió con un bostezo cansado, estirándose perezosamente bajo las sábanas. "Buenos días", murmuró, acercándose para robar un beso de los labios de Chiara.

La atmósfera estaba llena de una serenidad tranquila, rota solo por el suave murmullo de la ciudad que despertaba lentamente fuera de la ventana. Se aferraron la una a la otra, disfrutando del calor reconfortante de su amor compartido.

Después de unos momentos de calma, Chiara rompió el silencio con una sonrisa traviesa "¿Qué te parece si desayunamos en la cama hoy?" sugirió, sus ojos brillando con anticipación.

Violeta rio suavemente, asintiendo con entusiasmo. "Me parece una idea maravillosa" exclamó, imaginando la delicia de compartir una comida íntima juntas.

Se acurrucaron entre las sábanas, compartiendo risas y caricias mientras esperaban el desayuno que pronto llegaría. En ese momento, en los brazo de la contraria, Chiara y Violeta sabían que encajaban perfectamente.

Teniendo un día bastante intenso por delante todos los presentes en el hotel. Era el último día que pasaban en Bilbao, tenían el concierto a las 21:00 y finalizaba sobre las 23:30 cogiendo el autobús sobre las 00:00 para ir a Granada donde se quedarían de estancia durante una semana.

"¿Cómo te sientes por el concierto de hoy?" Preguntó Violeta mientras se removía en la cama buscando del calor de la menor.

"Bastante segura, sé que vas estar ahí" Confesó mientras se acercaba más a ella para brindarle el calor que estaba buscando.

Fueron interrumpidas por el sonido del timbre, el servicio de camareros había llegado con su desayuno y Chiara con algo de fatiga se levanto a por él. Violeta simplemente se quedó en la cama tumbada mientras veía la figura de Chiara dándole la espalda.

Cuando estuve de regreso en la cama con la bandeja de comida, Violeta se sentó para poder apoyarla en sus piernas. Chiara tomó asiento a su lado y empezaron a comer dejando caer alguna migaja de las tostadas de pan.

"La limpiadora nos mataría" Dijo Violeta divertida mientras veía como Chiara estaba manchada.

"Seguramente" Frunció el ceño al ver como la chica pasaba un dedo lentamente al costado de su comisura del labio.

Le robó un beso rápido antes de que pudiera poner mucha distancia entre ellas y siguió comiendo dejando a Violeta en el sitio estática, que aunque estuviera acostumbrada a juntar sus labios con la morena. Esos actos tiernos no podía evitar tomarla por sorpresa.

Pasaron las horas y todos los chicos estaban ya preparados para ir dirigiéndose de nuevo al sitio donde actuarían delante de toda la numerosa gente.

Con las emociones a flor de piel y la anticipación vibrando en el aire, Chiara y Violeta se dirigieron hacia el lugar del concierto. Vestidas con sus mejores atuendos y corazones llenos de expectativas, estaban listas para disfrutar de una noche llena de música y camaradería.

A su llegada, se encontraron con Martin, Juanjo, Álvaro, Bea, Álex y Ruslana, todos reunidos en el backstage, preparándose para subir al escenario y deleitar al público con su talento. 

Entre risas y abrazos, el grupo compartió palabras de ánimo y apoyo, ansiosos por comenzar el espectáculo. Denna y Violeta se mezclaron con la multitud, tomando asientos en la primera fila, listas para animar a sus amigos desde el frente.

Mientras las luces se atenuaban y la música comenzaba a llenar el aire, Denna y Violeta se sumergieron en la engería eléctrica del concierto. Desde su posición privilegiada en la primera fila, podían sentir la pasión y el entusiasmo de cada actuación, dejándose llevar por la magia del momento.

Desde Martin y Juanjo con su increíble armonía vocal, hasta Álvaro y Álex, con su talento para el canto, y Bea, con su voz poderosa y emotiva, los bailes exigentes de Ruslana, y la delicadeza de Chiara para tocar el piano y utilizar su voz como un instrumento, el grupo se lucía en el escenario, cautivando al público con cada nota.

Violeta y Denna se animaban mutuamente, compartiendo sonrisas y gestos de apoyo mientras disfrutaban del espectáculo. Sus corazones latían al ritmo de la música, sintiendo la conexión profunda que compartían con sus amigos y con la música misma.

Y mientras las últimas notas resonaban en el aire y el público estallaba en aplausos, Violeta y Denna se levantaron de sus asientos, envueltas en un abrazo emocionado. Fueron corriendo hacia el backstage donde se encontrarían con todos los chicos y los felicitaron uno a uno. Violeta recalcando el apoyo a su chica.

"Lo has hecho genial como siempre" Dejo caer ante la chica que devolvió una sonrisa gratificante ante el apoyo de Violeta.

"Gracias amor" Susurro para que pasará desapercibido por los demás.

Denna y Violeta esperaron pacientemente a que los chicos salieran del backstage. El bullicio del lugar comenzó a disminuir lentamente mientras el grupo se preparaba para partir hacia Granada para el siguiente concierto de la gira.

Violeta y Chiara se sentaron juntas en un rincón tranquilo, abrazadas y compartiendo momentos de calma y ternura después de la emoción del concierto. El cansancio comenzaba a hacerse sentir, y pronto Violeta sintió el peso de los párpados mientras se apoyaba en el hombro de Chiara.

Chiara, con una sonrisa suave en los labios, envolvió con su brazo protectoramente alrededor de Violeta, sintiendo el suave aliento de su amada sobre su piel. Con cuidado, ajustó la posición de Violeta para que estuviera cómoda, dejando que se recostara plácidamente sobre su hombro.

El suave susurro de las respiraciones de ambas llenaba e aire mientras sumergían en un estado de paz y serenidad. En ese momento, no había preocupaciones ni miedos, solo el amor tranquilo y reconfortante que compartían.

Chiara que sabía que tenía que mantenerse despierta para cuando los demás salieran poder cargar a Violeta hasta el autobús. Unos minutos después todos los chicos estaban fuera, los ojos apenas se mantenían abiertos y el cansancio se notaba presente. El autobús estaba aparcando delante de los chicos. Chiara hizo un ligero movimiento para avisar a Violeta que seguía dormida.

Violeta abrió los ojos lentamente mirando hacia los ojos de Chiara y volviéndose a apoyar.

"Amor el autobús esta aquí, tenemos que irnos" Dijo Chiara con un tono suave para poder despertar a la chica, fracaso.

Se levantó del sitio e indico a Violeta que se subiera a su espalda para cargarla como una niña pequeña. La mayor no se negó y subió de un pequeño salto al cuerpo de la menor. Agarrándose como pudo.

Llegaron al autobús donde Chiara subió con el peso de Violeta encima de ella sin quejarse lo mínimo. Al llegar a su asiento la apoyo delicadamente sin hacerle daño contra el asiento y volvió a recostar su cabeza en el hombro para que pudiera descansar sin despertarla. Se sentía la mujer más afortunada del mundo al tener a Violeta. Apoyó su cabeza encima de la de Violeta esperándose once horas de camino por delante.